"A solas" - Christopher Di Franco

No había encontrado una manera mejor de quitarme el estrés acumulado durante estos días, correr despejaba la mente y en estos momentos necesitaba exactamente eso.
Cada vez odiaba mas el campamento. Según me habían informado había muchas fiestas y siempre era un desfase, pero al parecer habían mentido ya que lo único que había encontrado en los pocos días que llevaba en él eran normas y monitores estrictos.
Era imposible negarme a mi misma que echaba de menos mi casa, con mis amigos y las continuas fiestas que solíamos hacer.

Continué corriendo durante diez minutos mas hasta que empecé a sentir un intenso dolor en el gemelo.
-¡Joder!- grité inconscientemente a la vez que me paraba de golpe. Me senté en el suelo y empecé a masajear suavemente la zona que me dolía como me habían enseñado en las clases de atletismo, de repente me vinieron a la mente la típica frase de mi antiguo entrenador "Tienes que calentar antes de hacer cualquier ejercicio. Podrías lesionarte." Sonreí durante unos segundos, puede que James, así se llamaba el chico, fuera la única persona del servicio que me caía relativamente bien.
El dolo fue disminuyendo y cuando finalmente no sentí ningún rastro de dolor me puse en pie aunque en vez de ir corriendo preferí bajar el ritmo.

Al rato vi un lago a lo lejos un lago. Puede que fuera el calor que hacía o simplemente unas enormes ganas de nadar, el caso es que la idea de entrar en el lago me inundó completamente y no me lo pensé dos veces.

Me acerqué rápidamente a una gran roca que estaba cerca de el agua, a unos tres metros empecé a desvestirme sin preocuparme en que alguien me viera, no me importaba mucho aunque prefería estar a solas.
Primero me desaté las zapatillas con bastante dificultad, nunca se me había dado bien deshacer nudos, seguidamente los calcetines, luego los pantalones cortos blancos y la camiseta azul de manga corta. Lo dejé todo bien estirado sobre la roca y miré a mi alrededor por si estaba alguien y yo no me había percatado, sonreí satisfecha al comprobar que nadie que estaba despejado me solté el pelo dispuesta a entrar al agua.
Me acerqué al lago y de un salto acabé dentro de sus aguas.
Nada mas sentir lo fría que estaba el agua un escalofrío recorrió mi cuerpo, para entrar en calor empecé a nadar y con cada brazada me iba alejando un poco de la realidad.

(Siento la falta de inspiración, que hoy no me centro en nada )