Be yourself → L. Edward Gallagher; ID.

Los Ángeles, 1993.

Edward es el fruto de una pareja de dos jóvenes locos que tonteaban con el alcohol, al nacer Ed, pensaron en abandonarlo a su suerte, pero no fué así, sintieron compasión por él, una cosa rosa y llorona, al fin y al cabo, adorable.

A la corta edad de dos años, ayudó a su padre a construir una maqueta del Big Ben, desde entonces, su padre supo que Edward iba a ser un buen chico, amable y generoso, y en eso, no se equivocó, lo era, y lo es. Siempre estaba jugando por la calle, vivía en un pequeño pueblo de Los Ángeles, tenía su grupo de amigos, y realmente, no era muy bueno, era demasiado travieso, pero nunca hacía cosas tan malas, era prudente.

Cuando nació su hermana, Carrie, pensó que ella tenía toda la atención de sus padres, se enfadaba muchísimo con ella, a pesar de que sólo es tres años menor que ella, pero con el tiempo, le cogió cariño, y casi nunca se enfadan, es más, Ed mataría si le pasase algo, y años después, nació la última y pequeña hija de los Gallagher, Emily.

En su decimosexto cumpleaños, le regalaron un perro, Charlie, un golden retriever, le cogió mucho cariño, era uno más en la familia, incluso había veces que dormía con él, no, no era su mejor amigo, Ed sabía perfectamente que por mucho que le hablase al perro, nunca le entendería, pero siempre lo trató como un amigo, uno más.

En su escuela no era popular, ni quería serlo, un chico normal, como he dicho anteriormente, actualmente sufre los típicos problemas de estudios, familia y amor, pero nunca le quitaron las ganas de vivir la vida al máximo y de ser siempre como es, libre.

Tenía ganas de ir a el campamento St. Charles, y bueno, sus padres pensaron que se lo merecía, y ahora, él es uno más en el campamento, también tiene su grupo de amigos, bromistas y simpáticos, tal y como él, siempre estan juntos, y casi nunca se separan, son como sus hermanos, unos hermanos que nunca tuvo.