Travis L. Ferretti.

Φ Nombre Completo: Travis Luca Ferretti.
Φ Fecha de Nacimiento - Edad: 8 de Noviembre 1991 (22 años).
Φ Grupo: Rebeldes.
Φ Apodos: La mayoría de sus amigos, familiares e inclusive conocidos se dirigen a él como “Luca”, siendo además con este nombre el que se presenta a otros.
Φ Orientación Sexual: Bisexual.
Φ Ocupacion: (solo para tutores y profesores).
Φ Lugar de Nacimiento: Milán, Italia.

Como no es el tipo de persona que sonríe innecesariamente (léase, por ejemplo, al conocer a alguien nuevo) su porte puede demostrar cierta dureza que, sumada a sus 1.94m. de altura, intimida inconscientemente a quien sea que tenga alrededor. Carece de la capacidad de simular algún sentimiento —que no experimenta en realidad— en sus facciones, desde una falsa molestia hasta una inexistente amabilidad. Se le clasifica como alguien fácil de leer porque es notable cuando se encuentra de buen humor ya que su sonrisa contrarresta por completo con su ceño fruncido o su imagen de háblame mal y te parto la cara o soy mejor que tú y lo sabes que siempre lleva encima. Sin embargo, así como hay personas inofensivas que intentan parecer amenazadoras también hay desinteresados que se ven amenazantes sin esfuerzo alguno. Luca, aunque posea un carácter desobediente e infantil, no tiene la intención de causar miedo y aquello lo confirman sus amigos más cercanos.
Quizás otro factor que condiciona aquellas malinterpretaciones son sus tatuajes. Abundan en su brazo derecho (puede decirse que lo cubren por completo) así como en parte de uno de sus costados, pecho y cadera. Su cabello corto, de color castaño, siempre se encuentra desprolijo, peinado naturalmente sin que su dueño le brinde atención alguna; suave al tacto, sin embargo, y aunque procure mantenerlo no más largo que su nuca. No se deja de lado la forma en que se viste: jeans, algunos rasgados, y camisetas sin mangas son sus favoritas… pese a que es más normal verlo sin camiseta alguna. De ojos color, su mirada puede ser tan despiadada como cariñosa en ocasiones.
Por su altura, su peso se mantiene en unos 90kg. Su buen estado físico no se debe a actividades deportivas, siquiera legales, sino por acciones deshonestas y decisiones de las cuales se lamenta que se verán más adelante.

Como se mencionó anteriormente Luca es alguien que por naturaleza actúa con desobediencia, muy pocas con infantilismo y, en general, su carácter es duro y difícil de tratar. Pero no podemos decir que él mismo se ve como un delincuente (eso formó parte de su pre-adolescencia), en cambio, dice ser un incomprendido… como una excusa para estar en contra de la mayoría de las normas de conducta. Aplica simpatía sólo con aquellos que —él crea— se la merecen porque no sería propio de él sonreírle a medio mundo que aún ni conoce. Con un actuar así es normal que su forma de hablar sea cortante, en su mayoría desinteresada porque suele ocuparse de sus propios asuntos primero y todo el tiempo, más también podemos decir que allí resguardada se encuentra una leve timidez (o preferencia a estar con amigos ya conocidos que intentar conocer otros, como él diría).
Sin embargo, es sumamente extrovertido. Tanto en lugares abiertos como cerrados se le puede escuchar gritar sin reparo o vergüenza alguna, por distintas razones. De opiniones sinceras como incapaz de mentir la verdad escuchada de su boca difiere que la de los demás, por lo directo que es. Tiene la costumbre de llamar a las féminas como por lo que son, mujeres, y a todo aquel más joven que sí mismo como mocoso o pendejo. No memoriza nombres, muy difícilmente lo hace, por eso suele ver con frecuencia expresiones ofendidas cuando no logra recordar siquiera el comienzo del nombre de su compañía.
La terquedad y el orgullo son una fatídica mezcla, y él posee ambas en igual medida. Su persona cree que tiene la obligación de siempre tener la razón, insistiendo aún y cuando remotamente sepa que está equivocado. Es cuando prueban su equivocación que se molesta, se ¿ofende? Ya que bufa y rueda los ojos como si de un niño se trata. Pero pocos se resisten a su insistencia y por ello está acostumbrado a tener la razón, porque se la dan con tal de que deje de lado el tema… que generalmente es estúpido y sin razón de tener que discutirlo. Es fácil de fastidiar, ya sea por esa razón o por cualquier otra, cuenta con muy poca paciencia.
¿Su lado cariñoso…? Digamos que su forma de querer es, por lo menos, extraña. Deja de lado el respeto, que casi nunca emplea con nadie, y empieza a referirse a su pareja como algo de su propiedad. Su posesividad, sus celos, son la manera que él tiene de decir cuánto quiere a alguien… pero pasa más tiempo insultando a pretendientes (o a los que él piensa que lo son) que diciendo cumplidos o palabras bonitas. Romántico sólo cuando amerita, su lado más suave, más humano, se muestra con aquella persona en la que confía plenamente. Y al ser un desconfiado total, está claro que el mejor regalo que puede darle a su pareja es su plena confianza.

Gustos:

Motocicletas, todas ellas. Sin embargo, no es un fanático que se detendría a mitad de la calle sólo para admirar a una.
Perros. Sus favoritos son los () ya que se crió con ellos en su infancia.
Aire libre. Acostumbrado al mismo, siente desagrado cuando está todo el tiempo bajo un techo, y se enoja con más frecuencia dentro que fuera de un lugar.
Alcohol… sí, podrían llamarle un aspirante a alcohólico. Se embriaga con dificultad por haber entrado en el mundo de la bebida desde muy joven.
Fumar, su acción más frecuente. De por sí malhumorado, si no fuma es más propenso a enojarse por cualquier estupidez. Desde cinco a siete cajas por semana.

Disgustos:

Aprovechadores. Se rodeó con ellos en contra de su voluntad en los comienzos de su adolescencia y desde entonces los detesta. Al igual que aquellas personas demasiado inocentes que “se dejan” aprovechar.
Las golosinas. ¡Odia su sabor! Lo único que entra en sus gustos sería el chocolate… amargo, claro está. Pero no soporta un sabor dulce, tampoco en bebidas o comidas.
Las mujeres demasiado voluptuosas o los hombres fuera de forma, son las excepciones de su actitud no superficial.

Miedos/Fobias:

Las alturas, por más que lo haya intentado aún no puede superar su miedo a ellas.

Enfermedades:

Con un bajo sistema inhume sufre de gripes frecuentes en invierno.

Pasatiempos:

Arreglar vehículos, como lo hacía en el taller de su tío en Italia.
Cocinar, acción que le contagió su abuela en su juventud.

Manias:
Nadar, mínimo cinco veces por semana. Cuando entra al agua el tiempo desaparece, y es que para cuando quiere darse cuenta pudieron haber pasado cinco u ocho horas.
Fumar, como se mencionó, lo hace con más frecuencia de la necesaria.
“Hablar” con los perros, sean callejeros o con dueño, y es que se tratan de otra de sus debilidades.

Madre. Teniendo su primer hijo a una temprana edad, como consecuencia de ser una pequeña mimada y consentida, tiene unos cuarenta y cuatro años en el presente. Su relación es casual, no pareció muy afectada con la muerte de su esposo y eso es algo que comparte con Luca. Cree en la independencia de su hijo por lo que no le envía dinero algo, comunicándose con él apenas una vez por semana y cuando “tiene tiempo” de hacerlo. Es totalmente lo opuesto a lo que sucede con su hija, la cual ve como el orgullo de su familia.

Hermana menor. Tres años menor que él. Desde perfecta apariencia hasta una magnífica inteligencia suelen llamarla la “redención de los Ferretti”, pura basura a los ojos de Luca. Le tiene un gran aprecio, posiblemente sea una de las pocas personas que realmente le importan y quiere. Fue lo único, además de sus amistades, que lamentó haber dejado en Italia. Se comunica con ella cada vez que puede, haciéndole saber su deseo por sacarla de Milán.

Abuelos. Llevándose mejor con su abuela, aquella madre sustituta para él, mira con indiferencia a su abuelo que siempre tuvo un carácter más estricto y organizado… hasta que en la adolescencia perdió el control de él. Bromea cuando les pide dinero, con tal de molestarles, y no hay ocasión en la que no discuta con su abuelo cuando habla con él.

Toca tanto la batería como la guitarra, más como un escape a cuando está en casa que como un pasatiempo. Las bandas no son lo suyo, y no piensa dedicarse a eso pese a haber recibido propuestas.

Aprendió inglés de joven gracias a su abuelo, quien creyó conveniente que su nieto supiese más de un idioma. Y, al parecer, tuvo razón en ello.