El momento más esperado. {Lyzzander}

“El amor, un sentimiento puro que nos llena, un sentimiento hermoso que transparenta nuestro corazón, nubla nuestros sentidos y vuelve de lo más estúpido a sus presas, si era lo que estaba sucediéndome, aquel chico que estaba acostumbrado a pisotear a los demás, aquel chico duro de faceta fría y cruel, estaba por transformarse en una persona desconocida para el resto, porque la belleza no es algo para siempre, porque hoy a estas alturas, podía valorar cada segundo de mi vida como se tratase de toda una eternidad, el amor podía traspasar barreras, salvarte de la muerte, aunque no lo crean la muerte es un estadio más de nuestra existencia y es así como el amor trasciende a más allá de la muerte”.

Al cabo de un rato habían pasado varias horas desde que me había despedido de mis tíos y me subí al avión, esperando volver transformado de este viaje, pues realmente lo necesitaba, necesitaba alejarme por completo de aquella monotonía. Sabía que durante las vacaciones de verano se abrían múltiples campamentos y lugares de retiro espiritual, para aquellas personas que requerían en toda la extensión de la palabra un retiro de todo aquello que les hiciera mal en el día a día, quizás por eso las letales insistencias de Doreen y de mis tíos para que me fuese de Londres en la búsqueda de nuevas aventuras, resultaban más allá de unas simples peticiones, eran como consejos para que yo mejorase mi calidad de vida.

Todo estaba siendo un misterio, bueno ni tanto no sabía ni a qué lugar me mandarían mis tíos, simplemente sabía que esto era más que nada planeado por ellos y unos cuantos amigos del instituto con quienes congeniaba, pero como todo era una sorpresa, no me querían decir ni una sola palabra. Estaba ya ansioso por llegar pero el transporta hasta las afueras de los suburbios se me hacía más que eterno, una vez había conversado con Dominic sobre qué haría él en verano y me dijo que iría a un campamento, pero nunca le había dicho algo al respecto ni mencionado más ese dichoso campamento, hasta que al llegar a uno de los sitios más hermosos que haya visto en mi vida, entendí de lo que se trataba, “Summer Camp St Charles”, me quedé pasmado al recordar a cual campamento iría mi novio cibernético, era el mismo, ¿será que él estaría allí?, no me pensé dos veces en la posibilidad, así que apresurado me dirigí hasta la recepción y me atendieron de la mejor manera y rápido ,me guiaron hasta mi habitación, cuando al abrir la puerta de golpe me quedé mirando petrificado.

Dominic!! –Exclamé con un tono sorpresivo, para soltar las maleta y correr hasta donde él, la verdad es que nunca lo había visto en persona, simplemente la distancia que nos separaba, se acortaba todos las noches para mí y las tardes para él, mediante un computador y una webcam, que nos guiaba hasta lo que era un mar de amor y pasión, repentinamente creí que era un sueño, me aferré a su cuerpo con mucha fuerza suspirando y lo miré a los ojos- no sabía que estuvieras aquí , yo es que mis tíos me enviaron, tu no sabías, yo no sabía ettoo… - las palabras no sabía cómo acomodarlas, puesto que la sorpresa me imagino no solo fue para mí, pus imaginarse a un persona que amas, es una cosa, pero abrazarla a esa persona y poderla oler, escuchar y lo mejor demostrarle tu amor en vivo y en directo es algo que enloquece a cualquiera, así que yo enloquecí y lo abrace y llene su rostro de besos.

Todo parecía un sueño tan vivido del cual no quería despertar, pues a la mínima de sus palabras, me guiaban hasta uno de los parajes más hermosos, de mi corta pero sufrida vida, es que en esos momentos, en esos instantes, no entendía lo más mínima en que mi cuerpo se estaba aferrando a algo más allá de lo explicable, estaba yéndome y viniéndome en un cúmulo de emociones, espeluznantes, escalofriantes pero que me llenaban, me sentía pleno, vivo, completo, realizado. Pues ver a la persona que tanto he amado estos últimos meses, notar su pie contra la mía, su aroma su todo, hacía que mi mundo se desmoronará de la nada, empezaba a creer en los cuentos de hada y fantasía, porque ya no era algo que podía desear más allá de un pantalla, se trataba de alguien que podía besar y reclamar como mío cuando quisiera y dispusiera.

Su manera de tratarme me estaba poniendo un poco más cómodo, pues ¿qué mejor que ser recibido por tú chico en un sitio donde ni puta idea tienes de donde estás?, solo me importaba en ese momento estar con él, pues tanto había anhelado esto, que ya se estaba haciendo realidad, una realidad falta de magia, la cual estaba poniendo él mismo con sus mismas acciones y palabras, pues el siempre sabía que decir, como decirlo y todo encajaba, pues hasta llegaba a creer que yo era poca cosa ante él, que me había ganado la lotería al lograr que se fijase en mí, muchas cosas como esas cruzaban mi mente en ese instante.

No había cosa que me arruinase mi momento con él, no por ahora, por ello tras sus palabras, estaba entusiasmándome mucho, para besarle, no me detuve ni un solo momento, dedicando un amor y una ternura propia de un chico inglés que solo buscaba estar al lado de su ser amado, delicadamente pase mis labios por los suyos, deslicé un poco mis dedos por su pecho y al notar como estaba vestido, esbocé una sonrisa juguetona e infantil- Yo lo deseé mi amor… te he necesitado tanto..- volví a los besos y abrazos continuo, cuando paro un poco y esbocé una sonrisa ante sus palabras- bueno vayamos pues..- me levanté y cuando me dio la nalgada, hice la propio, tocándole su trasero un poco e inocente, cuando me sorprendió que con su fuerza cargo mis maletas y aun así le quedo una mano libre, para tomar la mía, avanzando y saliendo de allí.

Ya cuando salimos de aquel sitio, miré su sola sonrisa, era tan perfecto todo, que creí estar en un sueño o cuento de hadas para niños, sujeté su mano con fuerza y suspiré- Sabes, te he deseado casi a muerte.. eres lo mejor que me ha pasado, luego de tantos traumas y sucesos, te amo … - le dediqué un beso en su mejilla para sonrojarme un poco y llegar hasta mi habitación – ¿No te pasa lo mismo? – abrí la puerta con las llaves que me habían dado y entramos a mi habitación, nervioso miré aquel acogedor sitio, cuando voltee a verle, a los ojos, me acerqué un poco a él tomando su rostro entre mis manos y quedando a la altura de él, porque le acorralé en un sofá amplio, le di un pequeño besos en sus labios- Dios, eres tan perfecto.. esto parece un sueño..