Wet Garden [Allison T. Guttia]

Estar bajo el fuerte sol haciendo de jardinero no era algo que esperaba como actividad de un campamento de verano. Quitar las malas hierbas y regar el césped era un trabajo algo duro... pero Liam sabía que se lo merecía por no entrenar sin distraerse. Había estado entrenando normalmente hasta que se quedó soñando, como siempre desde que había llegado al campamento, con todo esto de conocer gente de aproximadamente su edad. Y tropesó... cayendo encima del entrenador. El cual se rompió la nariz.
Y así fue como quedó asoleandose mientras se sentía un jardinero más del campamento. ¡Qué mierda! Siempre hacía esto en la casa de su abuela, pero estas eran sus malditas vacaciones y por imbécil le tocaba trabajar como castigo.
Estaba en eso de "dar de beber" al césped cuando pasó una chica que le quitó el aliento.
Había visto a la misma pelirroja cuando llegó al campamento. Y fue sólo de un momento. Ella había pasado totalmente de él siguiendo su camino hacia quién sabe dónde. Era tan hermosa y su presencia era como un íman de estupidez para Liam.
Liam agitó su cabeza para aclarar sus pensamientos... y le llegó la idea.
Esa chica le gustaba, pero él no había hecho nada al respecto. Pero tenía que dejar de ser un pasivo de mierda.
Tomó la manguera y abrío la llave para que saliera al máximo. Esperó a que la chica estuviera al alcance del agua, hizo presión en la punta y dejó salir el agua repentinamente para mojar a la chica en los puntos mas convenientes (traducción: camiseta mojada).
Entonces, llegó la hora de hacerse el torpe.
- ¡Discúpame! ¡No te vi! - Haciendo un movimiento estratégico se mojó a sí mismo como en "accidente"- ¡No logro manejar esa maldita manguera! - dejó corriendo el agua y fue rápidamente a cerrar la llave. - Te puedo pasar una toalla limpia que tengo en mi bolso de entrenamiento. - Le sonrió así, todo mojado y desordenado, y le pasó una mullida y limpia toalla blanca. Pero por lo menos se animó a hablarle.

Uno, cualquiera, podría pensar que despertarse escuchando a los pajaros, sentir la briza de la mañana y un rayo de sol entrar por la ventana, es lo más lindo del mundo. Para serte sincera es verdad, pero no es lindo cuando alguien grita en los pasillos, cuando tu despertador suena y al apagarlo cae de la mesa, cuando golpean la puerta de tu habitación sin motivo alguno. Cuando escuchas que alguien grita a lo lejos, y cuando sientes que el día no puede ir mejor sales de la cama apoyando el pie equivocado en el suelo. No es que sea supersticiosa... Bueno, quizás un poco. Pero nadie me va a negar que despertar de golpe no es algo que ya te condiciona cuando salís de tu habitación al mundo.

Me bañe, me vestí y volví a la habitación, había dejado el móvil debajo de la cama y tenía varias llamadas perdidas de mis abuelos y mi padre. O sea, los amo, en serio, pero ya no tengo edad para que estén llamando cada día a ver si me bañe o me alimento bien.

No tenía idea de que hora era, de todos modos iría a correr, el aire que golpeaba mi cara solía despertarme más que el estúpido rayo de sol. Llevaba la remera blanca... Si, porque es neutro y no dice nada... Eso de usar remeras con frases estampadas es ridículo. Si quiero saber lo que piensas no voy a estar perdiendo tiempo leyendo una estúpida remera. ¡Gracias! Y... volviendo a lo que llevaba puesto, el short blanco, si haciendo juego con la remera. Para que tanto estilo al ir a correr...

Correr es una pasión que solo puede compararse con alguien que realmente ama lo que hace. Es una forma de olvidarte de las cosas, de sentirte bien con el mundo... Ok, si lo dije. ¿¡Oh, que mierda!? Llevaba tanto corriendo que ni cuenta me había dado que había llegado al jardín, al parecer a algún idiota se le había ocurrido mojarme, mi camiseta pegada a mi cuerpo dejando a ver la ropa interior que llevaba. ¿Y cuándo paso eso? A un costado estaba el culpable de semejante acto. Me di vuelta mirándolo con mi peor cara y preparando el peor insulto que en su vida pudo haber escuchado cuando me pide "disculpas". ¿En serio?
Claro disimula, idiota; entorne los ojos y vi como se mojaba. ¡Hola quiero llamar tu atención! Cariñito la haz conseguido.

-Las disculpas no se regalan. Se ganan y por cierto una toalla no va a ser suficiente- dijo tomando la toalla que le ofrecía, ¿porque solo había podido decirle eso? Bien podría haberlo mordido o tirado en el jardín a que sufriera, pero se limito a pasar la toalla por encima de su remera. Se dio vuelta y se acerco hacia donde estaba la manguera la levanto y le sonrío dulcemente, dejando ir aquella malvada mirada. ¿Jugar?

-¿Estabas haciendo más lió que arreglando el jardín cierto?- le pregunto curiosa y dejo la toalla aun costado sobre el césped.

-Yo se algo sobre jardinería- Mentira, pero el no lo sabría.

-Abre la llave, por favor- con la camiseta mojada, delante de un muchacho mojado, en el medio del jardín teniendo el sol acaparando el cielo. Agua... Y si, era hora de olvidarse el "mal" despertar. A demás, nadie me mataría por aprovecharse de la situación. ¿O si?

Tenía que aprender a calmar esto de impulsos repentinos.
Liam pensó que sabía qué era lo que hacía cuando mojó a la pelirroja. La cosa que no pedijo, o mejor dicho que no vio por imbécil, la chica... estaba vestida toda de blanco y a él se le venía a ocurrir tirarle agua.
Son cosas que suceden una vez en la vida. Y él aprovechándose de las oportunidades de la vida... y saliendo con una consecuencia de doble filo. Sí, a la pelirroja (sería conveniente preguntarle su nombre) se le translucía la ropa interior por culpa del agua. O al menos la parte de arriba.
Una parte malvada dentro de su ser se sentía totalmente orgulloso con lo que había hecho. Fue algo totalmente oportunista. Habría sido maquiavélico si tan sólo no fuera más obvio.
Ella por lo menos no encontró algo con lo que agarrarlo a golpes. Buena suerte, pero con el comentario de las disculpas no regaladas supo que no lo iba a matar... por ahora.
- Ah! Discúlpame! En serio no lo volveré a hacer!
Tuvo la suerte de que le aceptara la toalla sin matarlo. Su parte malvada seguía riendo como un maníaco. Entonces ella le comentó lo de su desastre con la jardinería. Pues a hacerce el torpe para no caer en desgracia.
- Con estas mangueras con rociador, no. Estoy acostumbrado a las cosas más normales y antiguas. - la pelirroja le dijo que sabía algo de jardinería - ¡Qué bien! ¡Yo también sé de jardinería! Ayudaba a mi padre y a mi abuela. Pero insisto que no estoy familiarizado con estos implementeos nuevos.
Ella le pidió que abriera la llave... ¿para qué lo querría? Liam fue a abrir la llave del agua. Y luego volvió a su lado. Seguro que ella sólo quería tomar agua.
- Soy Liam McKeltar y lamento haberte mojado por mi ineptitud. - dijo él.
Luego se volvió hacia su bolso de entrenamiento para darse cuenta que no le quedaba una toalla para sí mismo. ¡Genial! Tendría que volver mojado a su habitación.

¡Que bien el chico sabía Jardinería! Y yo que pensaba que era un idiota, solo por haber tenido la mejor idea de mojarme. Bueno si pienso como mi madre, ella diría lo mismo que había pensando antes "quiere llamar mi atención" el problema era que realmente se sentía apenado. Y era buena interpretando esas señales. ¿O era buen actor y me confundía? Hasta donde sabía, mi madre me había enseñado bien y nunca me habían fallado las... ¿habilidades?

Me quede parada frente a las flores ¿que podría hacer para complicar la situación? Tenía muchas ideas revoloteando en la cabeza... pero ¿qué iría bien en esta situación?
Me di vuelta para ver cuando abría la llave, era atractivo, "deportista". ¿Y ahora? Le sonreí cuando me di cuenta que el agua comenzaba a salir por la manguera. Apreté el rociador simulando saber. Acá había dos situaciones...

-Yo también ayudaba a mis abuelos. En realidad lo sigo haciendo, pero es cosa de semántica- dije riendo, luego de haber escuchado su comentario, la camiseta mojada no era algo por lo que debería quejarme, pero... Si solo pudiera quedarme sin ella estaría más cómoda...

-Usar el rociador no es difícil- ¡En serio! Oh por Dios...-Solo apretas este gatillo, botón, como quieras llamarlo... Que por lo visto lo haz hecho mal- Jajajaja, que original que soy Dios mio, me doy vergüenza. Rocíe las plantas hacia adelante y atrás, sin saber mucho sobre lo que hacía. Porque claramente a donde menos miraba era hacia las plantas.

-Liam- dije sonriendo, aunque era más una nota mental, recordar el nombre de un chico apuesto ¿y? -Que me hayas mojado quedo en el pasado, pero te seguiré diciendo las veces que necesites escuchar que las disculpas se ganan. Uno en la vida tiene que luchar para conseguir lo quiere. ¿A qué eso lo sabes cierto?- dije levantando la voz en la parte de las disculpas y sonriendo con algo de picardía.

El no saber que hacía con la maguera no ayudaba, no tengo problemas en admitir que estaba concentrada en leer las reacciones que hacia "Liam". Así que era probable que ahogara a las plantas o bien murieran por mi asombrosa atención. ¿El regaba las plantas porque si, o sería algo que le pidieron que hiciera? El suelo del cesped comenzaba a transformarse en barro. Zapatillas blancas más barro. ¡Genial! Mierda. Moví la manguera hacía un costado y... Moje literalmente todo... Me lleve las manos a la cara un poco arrepentida, y la manguera cayo de golpe al suelo. ¡A eso se le llama inteligencia! En serio, ¡esta vez no es sarcasmo!

-¡Ups!-

El mayor problema de comenzar un canversación o un intento de conversación con una persona a base de un accidente provocado es quizá que no se puede continuar con facilidad.
¿De qué carajo se le puede seguir hablando a alguien que mojas a propósito? Buena pregunta.
Por suerte ella sigió hablando y estaba frente a las flores. Ella le parecía tan bonita como las flores. Y también olía bien, igualmente que las flores.
Ella le estaba hablando sobre que tambien ayudaba en el jardín, pero a sus abuelos y comezó a hacerle una demostración de cómo usar la manguera dandome instruciones. Eso a Liam le pareció encantador.
Él notó que ella repitió su nombre como para no olvidarlo. ¿Es que había forma en que ella no le gustara? Liam se sentía un baboso de primera categoría. Con mención honroza en esta pelirroja.
Además también le dijo a él que tenía aún que ganarse las disculpas... cosa que ya Liam dudaba si quería o no. Ya que había llegado a hacer que ella le hablara su mente le decía que había hecho algo positivo.
- Bien. Entonces debo ganarme las disculpas. ¿Existe alguna forma de redimirme? Necesitas matar a alguien? Haré el trabajo sucio por tí. Yo pago mis deudas.
Liam se saca la camiseta y la tiende encima de un arbusto. Está mojada y no se quiere ganar un resfriado justo ahora, su entrenador ya le tenía suficiente mala sangre.
- A propósito... no me has dicho tu nombre. Si no sientes suficiente confianza p0ara decirmelo pues te digo que además de ser Liam McKeltar el jardinero muy amateur tambien soy una persona de confianza y que te debo algo así que tienes ventaja conmigo.
De un momento a otro ella pierde el control de la manguera y moja todo a su alcance. Hay ya algo de barro en el suelo. Ella deja caer la manguera formando aún mas barro.
- Y te recomendaría moverte se ahí. El barro y la vestmenta completa blanca son enemigos naturales como las serpientes y las mangostas. - Liam señala el pasta a su lado. - Te recomendaría sacarte el barro en las zapatilas en el pasto, yo me encargo de dejar inactiva la manguera.
Liam va de nuevo a cortar el agua. Esas plantas ya estan lo sufiencientemente regadas.