Carter Zed Heller

Kate, un modelo de la agencia más conocida por el mundo. A recorrido más pasarelas de las veces que una persona normal ha caminado. Esta bellísima mujer, un día normal como los demás, las mañanas libres y luego de las 12 empezaba el trabajo nuevamente.
Ese día fue diferente a los demás, despertó de una manera diferente. Una llamada en su teléfono había recibido de uno de los diseñadores que estaría esa noche en el desfile y quería hablar con ella unos minutos.
Ella debía aceptar e ir donde ese hombre que la había llamado.
Por otro lado Henry Heller, un diseñador de modas muy conocido. Decidió llamar a una de las modelos de las cuales desfilarían con sus atuendos.

Ambos se juntaron en un café que había en el centro de la ciudad. Esta mujer como siempre iba vestida elegante y el hombre de terno como debía ser. Pero un terno mucho más diferente a lo normal.
Al momento de Kate ver a ese hombre que lo había llamado, se fijó en su mirada, esos ojos verdes que tenía Henry. Y al igual él, hizo lo mismo con esa mujer, de ojos azules y llamativos para él.
Los dos entraron al café, conversaron unos minutos, del trabajo como debía hacerlo y era a lo que venía.
¿Qué más pudo pasar? Los dos tuvieron una conexión especial esa mañana.

El día había terminado y Kate había quedado con juntarse con el diseñador nuevamente.
Los días pasaron y ellos comenzaron a salir. Llevaron una relación muy buena por un largo tiempo.
Dos años pasaron juntos, hasta que una noticia les hizo emocionar a ambos.
La modelo había quedado embarazada del diseñador, quien era en ese momento el hombre de su vida.

Los meses pasaron como si sólo hubiera sido un día. El bebé ya estaba en sus brazos, sus padres felices. El padre debía seguir trabajando y mucho más ahora pro el hijo que tenía con, Kate. Ella debía recuperarse pronto y seguir con su carrera de modelo, Aún era joven y su carrera no terminaba en ese minuto.

Los horarios de ambos cambiaron por completo de ambos. Cada uno turnándose, uno en la mañana y otros en la tarde. Henry hizo un trato con la agencia de modelos en que trabaja, Kate, quedando como el diseñador oficial de ellos.
Ambos viajaron por casi todo el mundo con su bello hijo. Había sacado los ojos azules de su madre en su interior tenía ese toque verde de los ojos de su padre.

Viajes a Paris, Londres, Lugares de Asía. Recorrían siempre con su hijo pequeño, siempre estaban juntos. El amor de ellos era algo que parecía nunca terminar.

Los años pasaron en su hijo, pero en ellos no pasaba nada, seguían siendo muy jóvenes y ni siquiera una arruga se hacía presente en ellos.
Carter Heller, nombre del ya no tan pequeño. Tenía 9 años, era un chico que asistía a la escuela como todos. Sólo con la diferencia de que él cambiaba cada 3 o 5 meses de escuela. No solía quedarse mucho en un lugar fijo. Pero siempre se llenaba de amigos, era uno de los chicos populares, una linda sonrisa.

Su vida siempre fue así. Hasta que un día conoció a una bella chica de la cual siempre estuvo enamorado a escondidas para no arruinar su amistad. Desde esos años que se hicieron muy cercanos. Cuando Carter debía ir de viaje, a veces solía pedir permiso a sus padres e ir con ella. Sus padres no tenían problema ya que la conocían y a sus padres también.
La mayoría de todos los años pasaba junto a ella, la apoyaba en todos sus problemas, siempre estuvo para ella. ¿Y qué más? Era la chica que amaba, escondido por años y jamás se atrevió a confesarse.

18, años. Maureen había desaparecido hace un año y medio, la muerte de su madre le había afectado mucho y estaba preocupado por no encontrarla en ningún lado. No supo más de ella. Jamás pensó en donde podría estar.
Ese mismo años le pidió a sus padres si podían darle el dinero y las cosas necesarias para asistir a un campamento. Claramente había averiguado donde estaba, Maureen. Iría a vigilar a ésta chica y que no cometiera ninguna locura de ningún tipo.
Por ese tiempo había desaparecido de su mente por completo, lo enamorado que estaba de ella se iba yendo de apoco de él.
Al llegar al campamento, ella estaba justamente en uno de los lugares principales del lugar. Sólo se acercó donde ella y esperar a que estuviera bien y que no haya hecho ninguna locura por el tiempo que no estuvo con ella.