Charlotte J. McDonnell

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Datos Básicos

Edad
18 años
Orientación Sexual
Heterosexual
Grupo
Drama Queen
Nacionalidad
Neozelandesa


Descripción Física

Imagen

Spoiler:

Descripción Escrita
De cabello castaño, medio largo y ondulado. Lottie suele llevar el cabello suelto o en una coleta alta que deja ver su rostro. Tiene los ojos de un color verde jade, muy expresivos y grandes. Su piel es ligeramente morena, pero en épocas de verano es completamente un moreno tostado. Tiene pecas, pero estas son contadas, así que no es nada característico en ella ni se le notan lo más mínimo, solo cuando en verano le resaltan más. Es de estatura media, pero casi siempre los de su misma edad le sobrepasan un par o más de centímetros. Tiene un pequeño complejo con sus pechos pequeños, pero no es nada que no pueda soportar, ya que tampoco le gustaría tener los pechos enormes, solo le gustaría un poco más... Pero no se queja.



Descripción Psicológica

Personalidad
¿Se puede saber donde te has metido?
No.
Hace dos días que no apareces por casa, ¿crees que puedes hacer lo que quieras?
¿Por qué no?
Las cosas no funcionan así, señorita...
Las cosas funcionan como yo quiera.

Charlotte es una alocada jovencita que no cree en los limites y que, si a ella le apetece hace lo que quiere, cuando, como y porque quiere, sin importarle lo que digan los demás. No tiene pelos en la lengua y no piensa antes de hablar, así que para ella no será ningún problema decir lo que piensa sobre alguien y le resvalará lo que tu sientas con sus palabras, a veces crueles y sin escrúpulos, pero no por eso se podría decir de ella que es una mala persona, todo lo contrario. Ella siempre dice que la gente debe ser sincera pese a todo, y si algo que debes decir dañará a alguien, a la larga te lo agradecerá. Es espontánea e irónica, le encanta hablar ya que no soporta esos silencios incómodos que se crean aveces en las conversaciones, así que para evitarlos habla y habla, a veces hasta parece insoportable por sacar temas de debajo de las pierdas. Pero claro, también tiene momentos en los que no sabe que decir, y entonces, es cuando se queda callada y espera a que la otra persona saque un tema del que hablar, por tonto que sea, mejor que el silencio seguro que lo será.

¿De donde has cogido eso?
De la tienda.
No tenías dinero.
Lo sé. No se necesita dinero.
Estás loca.

Si Charlotte quiere algo, Charlotte lo consigue. És una chica ambiciosa que hará todo por conseguir lo que desea, a pesar de aveces haber usado su físico para ello, no le gusta demasiado hacerlo; pero si ella quiere con todas sus fuerzas lo que se propone, es capaz de todo. Suele romper las normas que le establece la sociedad, todo lo prohibido es una dosis de adrenalina para su cuerpo, el cual agradece esos actos de bandalísmo que de vez en cuando comete, como peléas o robos. Se podría decir que le atraen las cosas que no debe hacer, como por ejemplo cuando pone "No tocar" en algún botón y te entran más ganas de hacerlo. A simple vista puede parecer un ángel, y no es que no lo sea, pero de vez en cuando le salen cuernos y cola y su lado malo sale a relucir. No es muy normal en ella, puesto que viene de una buena familia en que la educación era primordial, pero siempre viene bien algo de diversión. No se muere si algo no sale como ella quiere, y tampoco se le podría llamar caprichosa, solo que quiere cumplir sus metas cueste lo que cueste.

No tienes por que acompañarme al hospital, Lottie.
Pero quiero hacerlo.
Es algo... Que no te gustará ver, desearás no haber venido...
No insistas por que no conseguirás nada, no quiero dejarte sola.
¿Quieres saber como es mi enfermedad? No creo qu...
No, quiero ir porque te quiero.

Los que ella considera sus amigos los serán para siempre, no los olvidará ni dejará que nada ni nadie se meta con ellos. Es sincera y cariñosa, la gente que realmente la conoce sabe con certeza que en ella se puede confiar y que los secretos iran con ella a la tumba. Aveces ella misma sabe que es un poco insoportable y cambia de humor con facilidad, pero intenta controlar lo mejor que puede sus impulsos. Nunca dejará que un amigo desconfíe de ella, que esté pasando por un mal momento mientras ella está cerca, que sufra o que sea engañado. Si ella se entera que hablan mal a las espaldas de algún amigo daría su vida para vengarse, no hay nada que le reviente más que eso. Es un amor de chica, divertida y amable con quien se lo merece. Al ser habladora, se le podría poner la etiqueta de extrovertida, sociable, ella habla hasta con las piedras. Charlotte siempre dice que uno de sus defectos es encariñarse con la gente demasiado rápido.

Estás enamorada.
No lo estoy.
Sí, estás loquíta por él.
Yo nunca me enamoro, eso es una gran tontería.

En cuanto al amor... Se podría decir que para ella el amor solo existe en los cuentos, pero algo muy dentro de ella está convencido de que algún día se enamorará de alguien y entonces, justo en ese momento, lo dejará todo para estar con esa persona e involucrarse en la relación. Pero solo se engaña a si misma y lo sabe, lo que en realidad siente es miedo. Miedo a enamorarse de alguien equibocado, a darlo todo para no recibir nada, a que las cosas salgan mal, a romper su corazón que, en realidad, es tan frágil como una figurita de cristal. Además tiene un hándicap que hace que las personas con las que sale salgan corriendo; el sida. Tiene la enfermedad desde los dieciseis años y no suele contárselo a sus parejas, pero cuando llega el momento de decirlo... Huyen.

Virtudes
- Protectora con la gente que quiere. Aunque no se si tendría parte de defecto, puesto que saca lo peor de ella en algunos momentos.
- Muy habladora, sociable y amable.
- La empatía, sabe ponerse en el lugar de la otra persona y ayudarle.
- Creativa, le encanta hacer cosas nuevas.

Defectos
- Encariñarse con facilidad de la gente.
- Morirá con una enfermedad contagiosa y eso le hace quererse menos a ella misma, no se valora.
- Es muy patosa y olvidadiza.

Gustos
- Ama el arte con todo su corazón, desde pequeña ha estado dando clases de música, danza, pintura y teatro. Aprendió a tocar el piano, la guitarra y el saxofón, por su cuenta aprendió a utilizar las tablas de deejay por puro entretenimiento. Actua muchas veces en fiestas de su ciudad.
- Su amor platónico se llama Nikon D3100, es su cámara de fotografías de la cual no se despega, raro es el caso en el que no la tenga entre sus manos o colgando del cuello.
- La pasta y la pizza es su comida favorita, y si es estilo Italiano mejor.
- Amante de los animales, en especial los felinos y los caninos, en toda su extensión.

Disgustos
- El sida, sobretodo.
- No soporta la gente demasiado creída, prepotente y vacilona.

Miedos/Fobias
- Tiene pánico a la completa oscuridad, no soporta estar a oscuras por que se le acelera el corazón de forma peligrosa.
- Odia los insectos sobre todas las cosas.
- Olvidarse de tomar las pastillas y sufrir las conseqüencias de su estupidez.

Manías
- Se arregla el pelo con freqüencia.
- Se muerde los labios cuando siente nervios o vergüenza.

Enfermedades o Patologías
- Charlotte tiene el virus de VIH, también llamado sida.


Historia

Familia
- Olivia McDonnell {Madre, 45 años}. Su relación es la típica de madre-hija. Hay confianza hasta cierto punto, le cuenta las cosas por encima, ya que no es una amiga para contarle los detalles de las cosas que le pasan. Olivia es cariñosa con Lottie pero también es dura cuando se lo merece, pero a veces por la enfermedad que tiene le consiente un poco más.

- James McDonnell {Padre, 48 años - Fallecido}. Él era el portador del sida y el causante de que Charlotte lo tenga ahora. Falleció en un accidente de tráfico del que su hija le intentó salvar a pesar de no tener una muy buena relación.

- Samuel McDonnell {Hermano, 17 años}. Típico adolescente, hormonas revueltas, ego rozando el cielo... Su relación es de amor-odio, pero sin duda reina el odio entre los dos jóvenes. Siempre están enfadándose y molestándose, pero cuando lo necesitan están muy unidos.

Historia
Corta pero complicada de contar. La primera hija del matrimonio McDonnell fue tratada como la princesa de la casa, no querían que su hija fuera hacia el mal camino, así que desde pequeña la forzaron a ser toda una señorita. Cuando apenas hablaba, ya le enseñaban cosas que ningún niño de su edad pensaba saber en años, querían tener una hija intelectual y con muchos conocimientos. Justo cuando el andar no provocaba caídas al suelo y lloros descontrolados, los padres ya le habían buscado una escuela de danza para que la Charlotte aprendiera desde pequeña el arte del baile. Además de enseñarle modales ya desde que era una niña. La mayoría de los neozelandeses comen tres comidas diarias; desayuno entre las siete y las ocho de la mañana, almuerzo entre las doce y las dos del mediodia, y una comida de la tarde llamada té o cena entre las seis y nueve de la tarde. Si alguna vez no se cumplía esta norma, por que la pequeña se encaprichaba en que no tenía hambre, la encerraban en su habitación para que aprendiera que así eran las normas de la casa y se tenían que respetar; siempre. Para resumir un poco, se podría decir que Olivia y James querían que su hija fuera perfecta.

A lo largo de los años fueron cultivando su mente y creatividad, acudía a clases de danza, música y teatro. Cuando Charlotte tenía dieciseis años casi recién cumplidos, su padre insistió en ir a buscarla a la escuela donde hacía las actividades extraescolares -ya que normalmente usaba el servicio público para desplazarse por la ciudad- por que quería llevarla a tomar algo y charlar. Cuando ambos subieron al coche y este arrancó, un coche que venía por el lateral izquierdo, a una velocidad excesiba y además pasando con el semáforo en rojo, se llevó el coche por delante. Milagrosamente Charlotte solo se hizo varios rasguños y una pequeña brecha en la cabeza, pero su padre murió al instante. La jóven, desesperada al ver que su padre no reaccionaba, intentó sacarle del coche. Tenía ambas piernas amputadas, una brecha enorme en la cabeza y rasguños por los brazos. Ella en ese momento no pensó en lo peligroso que podía ser socorrerlo, puesto que no pensó que su padre tenía el sida y que el contacto de su sangre podía transmitirselo a ella también. Y así fue, tanto fue el contacto de las heridas de Charlotte con las de su padre, que en el momento en que reaccionó ella ya sabía que estaba infectada por el virus.

El siguiente año fue el peor de su vida. No podía dormir, y cuando lo hacía recordaba el trágico accidente que acabó con la vida de su padre y fastidió la suya. Pero ella sabía que tenía que seguir adelante, y con la ayuda de su madre y su hermano salió de esa pesadilla contínua que estaba sufriendo. Cambiaron de ciudad para que todo fuera más fácil, pero Charlotte siguió con su rutina -que le gustaba- de hacer mil extraescolares. Cuando cumplió los dieciocho años y llegó el verano quería viajar, pero su madre le habló de un campamento que le habían recomendado y ella, por probar cosas nuevas, aceptó encantada.


Otros datos