La huida no es siempre la salida {Nasthya}

El sol estaba resplandeciente mientras las gotas de sudor bañaban el rostro de la morena. Estaba corriendo por todo el campamento para mantener el ritmo, del cual no se podía separarse. Alemania había sido su hogar por 3 años y no se arrepentía de haber dejado a todo y a todos, en especial a su amigo David. Quien también estaba en el campamento, las vueltas de la vida. Una vez terminado su recorrido, tomo con firmeza su bolso de deporte y a paso lento tomo rumbo hacía los camarines para darse una ducha. Si bien lo haría rápido estar debajo del chorro de agua fría le encantaba y más cuando tenía demasiado calor. Entonando una de sus canciones favoritas termino con su baño. Dio unos pasos resbaladizos y sonrió ante su torpeza con las cosas mas simples de la vida. Suspirando se enfundo en la toalla blanca para comenzar a arreglar su cabello con los dedos. No demoro demasiado por el uso abundante de acondicionador. Ya todo ello arreglado, se coloco su nueva muda de ropa para salir de allí con aspecto de chica no de deportista.

Se coloco sus lentes de sol y comenzó distraídamente a cantar una tonada que tenía pegada en su mente desde hacía días. Un trozo de una antigua canción que sepa dios de donde había venido. Aun teniendo su bolso colgado en su cuerpo, tomo la decisión de ir a sus aposentos, dejarlo y volver a caminar para ver si encontraba algo interesante que hacer que no fuera deporte. Cuando acabo todo eso, retomo su camino pero ahora sus pensamientos estaban evocados a un punto, aquella ultima noche que había pasado en Alemania y al hombre con quien había despertado la mañana siguiente y claro estaba dejando de lado que era su compañero de equipo y claro estaba su rival. Relamiéndose los labios, perdió la concentración unos segundos y para su sorpresa un golpe inesperado la dejo atónita. Aunque mas que el choque, fue con quien había chocado. Parpadeo un par de veces y le miro sin decir palabra alguna. ¿Seria él?... o era su tonta imaginación…. –Estoy bien, ¿Christian?. Luego de todo lo que había pasado entre ellos, ni una conversación, ni nada se había hecho sentir por su pronto regreso a su ciudad natal. -pero ¿Qué demonios haces aquí?, dijo sin pensarlo.

Aun atónita con la mirada fija en Christian, se le escapo un suspiro que le calo muy hondo. No sabía que su tono de voz era el adecuado, pero aun así lo largado antes no se podía volver para atrás. Mordiéndose el labio inferior inmediatamente, clavo sus orbes en las de él para ver que no había cambiando en nada. Ella lo recordaba bastante bien, a pesar de la cruda que había tenido esa noche y todas aquellas cosas en las que se vieron envueltos. -¿Modo sutil?, respondió con desdén y sarcasmo, plantándole cara. A una distancia no tan lejana debido a que el sujetaba su mano, seria para ver si tenia algún daño. Daño que no era visible para ella ni para él. –y yo campista. Repuso con tal desconcierto que no sabía que más decir. Aunque en su cabeza, la voz de su conciencia decía mil cosas, las hacia callar para no ponerse a temblar. – y mi nombre Nasthya; Sr. Storm. Era mejor tratarlo de forma cordial, era de todas maneras un instructor, pese a la historia -¿Se podía llamar historia?- de ambos. – ¿Así que eres instructor?, jamás pensé encontrarte aquí. Soltó mientras con sus manos acomodaba su cabello y enrollaba un mechón en su dedo para comenzar a girarlo. Ella estaba nerviosa, pues solo un poco. Aunque no sabía como calmarse el pulso de tenerlo tan cerca. - ¿Aun practicas Esgrima?, alzo una ceja esbozando una media sonrisa. Aquella media sonrisa que mostraba por simple auto reflejo.

Los nervios la carcomían lentamente y eso no era propio de ella, para nada. El simple atisbo de sus miradas la hacían pensar en aquella noche que habían pasado juntos, en un punto extraño recordaba la mayor parte de las cosas que habían sucedido, pero aun así trataba de no recordarlas muy a menudo por miedo a sufrir. Asintió ante cada uno de sus comentarios, no deseaba enfrascarse en una discusión que simplemente le haría renegar lo que su alma gritaba levemente. –Calla- decía su mente mientras a modo de auto reflejo de mordía el labio inferior y denotaba sus nervios allí. –Demonios- maldecía internamente para no despegar la mirada de él. Había sido choqueante verlo de un momento a otro y en ese preciso lugar. Nasthya al dejar Alemania se creía haber liberado de todo recuerdo y experiencia, pero como dicen el pasado te alcanza hagas lo que hagas. –Eso es bueno, si bien ella no admonitoria que le sorprendió verlo tampoco saltaría a sus brazos y le diría cuanto lo extraño.

Lo siguiente que decía le hizo soltar un leve suspiro pero aun no se soltaba el labio inferior ¿Por qué actuaba así?, pues ni ella misma comprendía su tonto actuar pero él estaba allí y ella también y como lo confirmaba seria su instructor, - vale ¿Podría ser esto peor?, se preguntaba mientras su semblante cambiaba un poco para ponerse algo mas afable – Te felicito entonces, musito mientras cambiaba un poco su postura un tanto osca para ablandarla un poco. – Nos veremos seguido, también me especializo en Esgrima aquí para no perder la costumbre y con respecto a ganarme, puede… nunca se sabe. Eso era verdad, la esgrima era un deporte de movimientos y precisión la mas leve equivocación te llevaba a perder o de lo contrario a ganar en un abrir y cerrar de ojos – Podrías recordar viejo tiempos, pero te aseguro que ya no cometo los mismos errores que antes, sonrió levemente. Una sonrisa que no estaba ni cargada de malicia ni nada por el estilo. - ¿Qué te parece?