Soy solo un esclavo que no sabe vivir sin ti| Davi<3

Resguardada dentro de la cuatro paredes de mi habitación tome uno de mis tantos apuntes de medicina y lo coloque sobre mi cama para darle una leída a fondo ya que, si bien aun mis clases no habían comenzado porque el verano todavía continuaba vigente, quería adelantar temas, cuantos mas temas conociera mas fácil seria comprender las explicaciones del profesor al reincorporarme a la universidad.
Estire uno de mis brazos y con sumo cuidado tome los anteojos que estaban depositados sobre la mesita de luz, tras colocarlos en donde correspondían fije mi oscura mirada en las hojas que estaban dispersas sobre el colchón, instantáneamente las letras se hicieron mucho mas nítidas que antes y trate de alejar de mi mente cualquier pensamiento que pudiera distraerme con el fin de obtener una optima concentración y que el esfuerzo realmente valiera la pena.
Dado que no llevaba la cuenta del tiempo transcurrido, podría haber pasado treinta minutos, una hora o mas de tres. Mis piernas comenzaban a dormirse por la extraña posición que había adoptado, las desenrede y posteriormente estire sobre la cama. El hecho de que vistiera un pequeño short desgastado y andrajoso posibilitaba que mis movimientos fueran mas fluidos. Segundos después aparte los anteojos de lectura de mis ojos y frote distraídamente mi entrecejo, había estado tan ensimismada en la ojeada de los textos que me había salteado completamente el almuerzo, mi estomago eligió precisamente aquel momento para gruñir y recalcar el hecho de que no había ingerido ningún alimento desde la hora del desayuno.

Vagaba con el coche por el centro de la cuidad, había salido para poder comprar algunas cosas sin sentido y termine en el supermercado. Las compras no eran lo mio, pero lo que si sabía comprar eran dulces y montones de comida chatarra como la gente sana denominaba a las más deliciosas frituras en bolsas. Me daba igual, mi cuerpo estaba muy en forma como para engordar por darme un pequeño placer. ¿Qué había comprado? Una bolsa mediana de lays y otra de cheetos, para mi gorda hermosa lleve unas barras de chocolate (Ojala duren más de dos semanas en la habitación, cosa que dudaba mucho), también compre una bolsa de gomitas (no eran mis preferidas) y para terminar una pequeña cajita con bombones helados. Lo sé, mi novia y yo éramos unos gordos de primera, quien diría que tendríamos tan delgada figura. Las ventajas de ir al gym y no tener que engordar por comer tantas porquerías.

Sin más que comprar, retome el regreso al campus. Fue complicado no llamar la atención cuando cargaba dos bolsas repletas de tonteras comestibles. Para la envidia de las chicas que seguro deseaban la comida… o quizás a mí.

Abrí la puerta de la habitación, un trabajo que parecía fácil pero término siendo todo un reto. El proceso para cerrar dicha puerta fue más simple, un suave toque con mi pie y todo cerrado, sin curiosos ojos juzgándonos. Alce una ceja al ver a mi novia en ese estado… Sexy. La idea de tirarme sobre ella y devorarla paso una y mil veces por mi mente. Suerte que sabia como contenerme, evitando un momento incomodo con mi novia —Mira lo que tengo para la más hermosa pediatra de todas – Sonreí ampliamente. Me acerque a la cama, sentándome justo detrás de ella, el único lugar de la cama libre de papeles. Deje mis piernas semi flexionadas a cada lado de su cuerpo. Puse las dos bolsas entre sus piernas, aplastando algunos apuntes. Luego de tener mis manos libres, envolví su cintura con mis brazos. Deje mi barbilla recostada sobre su hombro y basto solo con girar apenas para tener contacto con la piel de su mejilla —¿Soy yo o esa remera es mía? –

Sin previo aviso la puerta de la habitación se abrió y vi como la apetecible figura de mi novio cruzaba el umbral con un poco de dificultad, sus manos estaban cargando unas enormes bolsas y por la etiqueta de las mismas caí en la cuenta que venia del supermercado que se encontraba a varios kilómetros del campamento. Estaba a punto de pararme y acercarme a el para ayudarlo a cerrar la puerta pero con un ágil movimiento de uno de sus pies logro dar un portazo suave que no alerto a ningún otro campista de su llegada. A pesar de la distancia que nos separaba nuestras miradas se cruzaron rápidamente y el calor que desprendía de sus hermosos ojos verdes me hizo estremecer de pies a cabeza durante varios segundos. Bastaba solo echarle un corto vistazo para que todo en mi interior comenzara a descontrolarse, las palmas de mis manos picaban a causa de las inmensas ganas que tenia de acariciarlo en todos los sitios correctos y debía admitir que me moría por sentir la suave textura de sus labios sobre los míos, por experimentar el hábil roce de su lengua dentro de mi boca.

Al oír su comentario no pude evitar que una sonrisa apareciera e iluminara todo mi rostro, tan amplia era que la misma dejaba entrever prácticamente las dos hileras de mis blanquecinos dientes. -Aun no me recibido amor..-Susurre en voz baja mientras el se aproximaba a la cama para colocarse detrás de mi con sus piernas flexionadas a ambos costados de mi delgado cuerpo, adoraba la sensación de seguridad que me transmitía tenerlo de esta forma ademas su fragancia me rodeaba y me embriagaba, cada profunda inspiración me transportaba de a poco dentro de mi propio paraíso personal y quería quedarme a vivir allí eternamente.

Mis apuntes fueron momentáneamente aplastados por las bolsas pero no me queje ya que al ver el contenido que escondían se me hizo agua la boca, literalmente. Famélica era un adjetivo que no podía describir ni de lejos mi estado actual, sin embargo, no iba a atragantarme al devorar todo lo que había puesto frente a mi, lo asustaría. -Trajiste comida para una semana mas o menos- Bromee cuando recostó su mejilla sobre mi hombro y aproveche aquel gesto para ladear un poco mi rostro y que nuestras mejillas hicieran contacto por primera vez, los pequeños bellos de su barba que comenzaban a crecer me hacían cosquillas pero era muy agradable, disfrutaba de aquellos diminutos pinchazos. -Si, es tuya, te echaba de menos y quería..sentirte de alguna forma, puedo quitarmela si te molesta..- Mis manos se deslizaron por sus brazos, una..dos veces y deje que mi espalda se apoyara sobre su musculoso torso antes de volver a hablarle- ¿Que te parece si corro mis apuntes y hacemos un picnic en la cama?, también podemos ver una película pero la eliges tu, la que elegí la ultima vez fue pésima pero al menos pude robarte unos cuantos besos en la oscuridad-

— ¿Y? Eres mi medica… la pediatra de nuestros futuros hijos… Y serás una doctora muy amorosa con todos los enanos enfermos que vayan a verte – Dije abrazándola con más fuerza. Estar tan cerca me producía el simple deseo de besarla a cada momento. Si bien teníamos nuestros momentos de charlas serias, incluso alguna discusión por tener pensamientos tan diferentes… Pero sin dudas, la mayor parte de nuestro tiempo a solas estábamos abrazados y tranquilos, sin que nadie nos molestara. Me gustaba llamarla doctora, tenía tanta fe en ella y en su carrera. Incluso ya fantaseaba llegar al hospital para retirarla, verla con esa bata blanca y rodeada de niños… La mujer perfecta sin lugar a dudas para mí, un futuro contador y administrador de empresas.

Rodé los ojos cuando tomaba la bolsa de papitas. Era lo que más deseaba entre tanto dulce que había traído — ¿Una semana? Contigo en la habitación no lo creo – Bromeo con una sonrisa inocente en mis labios. Deje que mi espalda se recostara sobre la pared, como era tan bruto termine golpeándome y no me encontraba realmente cómodo. Solucione el problema colocando la almohada como respaldo. Ahora si se sentía mejor. Recobre la postura anterior, ahora mas cómodo por tener el suave peso de Indigo sobre mí. Era muy lindo estar así con mi novia. Sin querer, estire mi pie y note como doble algunas hojas. Rápidamente retire mi pierna con una pequeña risa, como todo un niño que había echo una travesura — Deberías despejar la zona si quieres que tus apuntes sigan existiendo. Pero antes… – No le di tiempo para reaccionar. Me apodere de sus labios, besándola lentamente pero sin dejar que la pasión se perdiera. El primer toque de mi lengua en su boca fue una chispa, incluso a esta altura de la relación seguía sintiendo cosquillas tras sus besos suaves. Fueron unos tiernos e intensos segundos. Al saciar mis ganas por ella, la deje libre, o prácticamente libre ya que mis brazos aun la abrazaban contra mi cuerpo — Te ves muy sexy con ella… Y si te la quitas dudo mucho que vea la película – A pesar de sonar bromista, decía la verdad. Iba a estar mas pendiente de mi novia semi desnuda y de las cosas que deseaba hacer con ella.

Otro rápido beso para aflojar mi agarre, dando la libertad para que juntara sus apuntes. Mientras aguantaba su regreso, abrí la bolsa de papas. Amaba esa comida, era mi preferida. Tome unas cuantas para comenzar a devorarlas —Quiero una película de miedo - Opine, tomando otro poco de papas enormes.

-Hey, no soy una glotona!- Mustie con fingido enfado mientras alzaba la barbilla y mordía con fuerza el interior de mis mejillas para evitar sonreír, de todas formas, no se porque diablos me preocupaba tanto en lograr que mi rostro transmitiera desagrado ya que por la manera en que estábamos ubicados, sobre la cama, el no podía vislumbrar mi semblante a menos que yo así lo quisiera y la verdad es que no deseaba moverme por nada del mundo, estaba demasiado cómoda y a gusto para ordenarle a mi cuerpo a adoptar otra posición.

Al mi novio extender sus piernas sobre el colchón arrugo con sus pies varios de mis apuntes y cuando finalmente volvió a hablarme supuse que me había leído la mente porque había estado planeando apartarlos sigilosamente de el antes que los convirtiera en picadillo. Su beso me tomo desprevenida al principio pero me recompuse al cabo de unos escasos segundos y rodee parte de su cuello con uno de mis brazos a la vez que le daba completo acceso al interior de mi cálida boca, ejercí una ligera presión con mis labios sobre los ajenos, rozándolos y por momentos mordisqueandolos mientras nuestras lenguas se batían a duelo lentamente. "Besos como esos.. deberían estar prohibidos" Cavile sumamente distraída cuando decidió alejarse y llevarse mi aliento consigo.

Acaricie sus brazos con las yemas de mis dedos al sentirlos protectoramente a mi alrededor y luego deje escapar un suspiro cargado de deleite antes de relamer mis labios, los cuales todavía se hallaban hinchados por culpa del demoledor beso que me había dado minutos atrás, la mejor parte de todo aquello era que aun podía saborearlo al pasar mi lengua por la curva del abundante labio inferior, cosa que por cierto acababa de hacer. -Mm pero tu podrías quitarte la tuya también y estaríamos en igualdad de condiciones para ver la película- Hice una pequeña pausa para simular que estaba pensando cuidadosamente mis siguientes palabras antes de soltarlas - Tal vez tengas razón, después de todo.. ¿cuando has podido concentrarte conmigo en la habitación? nunca!- Bromee en un tono de voz juguetón y en seguida comencé a recoger los apuntes para apilarlos sobre el mueble que estaba situado cerca de la ventana. Nuevamente me subí a la cama y le arrebate la papa que se llevaba a la boca para comerla, riéndome de mi astucia localice el control remoto y se lo entregue a Dave para que buscara la película de miedo que tanto quería ver. -Creo que..estas planeando asustarme así me abalanzo sobre ti y te pido que duermas conmigo esta noche- Me posicione de manera que mi figura quedo pegada a uno de sus costados y apoye la palma de mi mano en el centro de su pecho conforme colocaba mi mirada en la televisión..

— ¿Insinúas que soy mentiroso? Por favor amor, ambos conoces tu amor hacia los chocolates, el helado y mi fascinación hacia las lays y los cheetos. Sin lugar a dudas terminaremos con la bolsa en tres días como máximo – Corregí la opinión de mi amada novia.

Tome el control con mi mano, el mando de la televisión estaba bajo mi poder, era bastante extraño a ver accedido a tal poder sin necesidad de una pelea previa. Teníamos gustos muy variados con relación a las películas. Mis preferidas eran las películas con tramas terroríficas, a Indigo no le agradaba ese tipo de películas, lo que generaba una lucha. Odiaba las películas de amor, eran tan estúpidas y algunas eran muy predecibles. También me gustaba el suspenso, rara vez veía una comedia. Suspire con pesadez al dar vuelta por todos los canales sin encontrar nada interesante. ¿Qué esperaba encontrar a las 19:45 de la tarde? Seguramente a la medianoche comenzarían con las películas buenas.

Frunci el ceño tras su linda indirecta.

—Deja de pensar en cómo hacer para verme desnudo – Bromeo con una alegra sonrisa en mi rostro.

Incline el cuerpo para depositar un beso sobre su mejilla. Un simple toque, por un tiempo, exagerando, extenso. Tras la nueva posición adquirida, lleve mi brazo por detrás de su espalda, dejando que este cayera sobre su cuerpo. Al mismo tiempo, lleve el restante brazo hasta su brazo posado sobre mi pecho. Mis dedos comenzaron a tocar su mano. Su piel era tan suave que podía estar así por el resto del día. Gire la cabeza lo necesario para depositar otro beso sobre su rostro, esta vez bese su frente.

—Tienes suerte y no encuentro nada para ver – Me queje en voz baja. —Pienso que podes reemplazar la idea de ver una película por estar así abrazados un rato… - Susurre muy despacio.

Deje que mi cuerpo quedara mas en una posición horizontal sobre la pequeña cama. Lo próximo que hice fue quedar de costado, con mi rostro mirando hacia el de Indigo. Deslice mi brazo, el que estaba envolviendo su espalda, para unirla a mi cuerpo, solo me costó un pequeño jalón. Le robe un beso, luego repetí el proceso solo que con mayor intensidad. Tire de su labio inferior antes de alejarme finalmente de sus labios, no así de su cuerpo.

Fije la mirada en la suya, guarde silencio unos segundos antes de continuar con mi dialogo.

— ¿Estas de ánimos para ser cariñosa conmigo? –

Detestaba cuando Dave tenia razón, realmente odiaba que no pudiera soltar algún comentario intrépido para cerrarle, de una buena vez por todas, esa bocota enorme que poseía y que utilizaba muy a menudo para molestarme. No podía negar que era cierto mi amor por la comida chatarra, especialmente los chocolates y el helado pero era extremadamente capaz de contenerme si así lo deseaba, tampoco era una muerta de hambre que no podía estar sin comer porquerías durante varios días.

-Cinco, cinco dias como maximo ya que tres es muy poco tiempo y confio plenamente en mi control, incluso ahora mismo estoy dudando de comer algo de todo lo que has traido..-Comente falsamente ya que mis ultimas palabras no contenian ni una pizca de verdad, si no probaba algun dulce pronto iba a desfallecer, mi estomago dolia muchisimo porque no habia ingerido ningun alimento desde el desayuno. "Vamos indigo, deja de hacerte la dificil y come alguna cosa antes de perder el conocimiento" Dijo una vocesita dentro de mi cabeza y le hice caso al tomar una pequeña barra de chocolate, abri el envoltorio y corte un pedazo del dulce para llevarme a mi boca mientras mi novio hacia zapping con el control remoto, no se detenia mucho tiempo en ninguna pelicula en particular eso indicaba que no le gustaba lo que estaba viendo. Finalmente acabo con toda la programacion y decidio volver a empezar, supongo que queria asegurarse de no haberse perdido nada bueno.

-Lo intento pero es tan dificil...-Bromee juguetona y al cabo de un par de segundos mordi mi labio inferior cuando beso con infinita ternura mi mejilla. Deseaba ladear mi rostro para que nuestros labios se juntaran de nuevo pero no lo hice, senti su brazo moviendose por mi cuerpo hasta acabar detras de mi espalda y me acurruque mas en su contra, al estar su otra mano sobre su pecho, tan cerca de la mia nuestros dedos se entrelazaron y disfrute enormemente de aquel roce. -Soy muy suertuda, te tengo a ti..-Respondi cariñosamente ni bien termino de hablarme y luego una sonrisa se extendio por mis labios.
Dave se movio sobre la cama para hacer que su cuerpo quedara de costado y estuvieramos enfrentados, me acerco aun mas a el y me beso, de manera corta al principio pero los siguientes besos cobraron intensidad.

Me relaje en su contra, era muy facil sentirme tranquila y a gusto a su alrededor. La punta de mi lengua trazo una diminuta linea por su labio inferior cuando dejo de morderme y abri mis parpados para observarlo ya que sentia sus ojos almendrados puestos en mi semblante. -Siempre estoy de animos para ser cariñosa contigo..-Admiti en voz baja y armandome de coraje me posicione encima de el, mis manos acariciaban sus costados despacio, como si temiera apartarlo con alguno de mis toques. Junte nuestras frente al hacer descender mi rostro hasta el ajeno y después lo bese con todo el amor que habitaba en mi interior, dejando salir todos los maravillosos sentimientos que provocaba con sus acciones, con sus comentarios..con simplemente ser el mismo y nadie mas.

Mis piernas se encontraban flexionadas a cada lado de su cintura conforme tomaba el borde de su camiseta con mis manos y lo hacia subir, revelando así varios centímetros de su bronceada piel, sin perder siquiera un segundo las yemas de mis dedos recorrieron la zona de su abdomen pero aun no era suficiente, no bastaba tocarlo de esta manera necesita, anhelaba mas pero tenia miedo de decírselo y romper el hechizo.

Tome el tiempo. 3..2..1. Ni siquiera pasaron 5 minutos desde que termino de hablar y ya tenía el chocolate en su poder. No necesitaba decir nada, mi mirada era suficiente castigo para ella. La comprendía, para mi también era complicado admitir estar equivocado, ni siquiera lo hacía incluso cuando hablaba puras bobadas. Viva el orgullo y el ego masculino. Volví a tomar las papas en mi poder, eran demasiado sabrosas como para sustituirlas por el chocolate. Jamás pondría en primer lugar a la comida dulce, mi gusto era más por lo salado, como las papas o frituras en bolsas. Deje a mi chica con su chocolate, y yo con mi bolsa amarilla de papas. Todos felices y contentos.

Eleve una ceja tras su contestación. No la esperaba, quizás no de esa forma tan directa. Mi cabeza comenzó a desviarse, Indigo no debió a ver abierto la puerta de la tentación, ahora comencé a fantasear con cosas demasiado próximas, prefería esperar… Aguardar hasta que mi novia estuviera lista, no quería hacerlo por simple necesidad y deseo, sino por amor, como tenía que ser para todo el mundo. Lástima que el hombre era débil frente a la tentación y la lujuria. Incluso yo había caído hace unos años atrás. Mordí mi labio inferior, encontrando las palabras adecuadas para hablar. No las encontré con facilidad, era mejor hablar con vulgaridad.

—Ya hablamos de esto y no deseo presionarte a nada – Mencione con seguridad. No quería influir en su decisión, ella sabía el momento para llegar a ese nivel, no tenía que pensar en nadie más, solo en su bienestar para que el momento sea perfecto.

Logre salvar la bolsa de papas, estirando el brazo hasta dejarlas en una zona libre y alejada, sin posibilidades de ser aplastada. Presencie otra grata e inesperada sorpresa por parte de mi novia. Primero, fui recorrido por su lengua de forma lenta, un toque directo hacia las llamas que comenzaba a subir el calor de mi cuerpo. Luego, tomo poder de mi cuerpo, por decirlo de alguna manera. La posición no era lo sorprendente, en varias peleas nos encontramos en la misma ubicación. Esta vez era diferente, la situación era… especial y, de cierto modo, indicada a una sola cosa.

—Tengo la sospecha que el suertudo soy yo, amor – Inevitable fue no deslumbrarme por su apariencia. Aquella remera le quedaba enorme, casi cumplía la función de un vestido súper corto y provocador. -- ¿Esto es ser cariñosa para ti? Yo creo que es más que eso… -

Quizás sonó como un reproche pero no lo era en absoluto. Amaba la nueva posición, y mi mente ya estaba fuera de sí para tomar una decisión decente. Seguí el movimiento de sus manos con la mirada, tenía la sensación de saber a dónde y lo que deseaban hacer, sin embargo, quería presenciar el momento. Sonreí apenas cuando sus manos tocaron mi piel, finalmente la tortura comenzaba a acabarse.

—Espera… - Me odie luego de hablar, otro hombre abría actuado por deseo. Yo no quería eso para mi novia, planeaba lo mejor y hacerlo de una manera perfecta, como lo merecía. —Creo saber a donde a punta todo esto, ¿Estás segura de querer… hacerlo? – Extrañamente sentí un calor en mis mejillas ¿Estaba sonrojado? Dios que estúpido era, y peor era no poder ocultar mi rostro, Indigo tendría que darse cuenta y seria la sentencia para fastidiarme de hoy en adelante.

-Lo se y debes saber que no me siento presionada por ti ni mucho menos- Argumente suavemente mientras le impartía tiernas y lánguidas caricias a la mano que tenia en mi poder, el contraste de nuestras pieles era bastante brusco pero me gustaba, me gustaba que mi delicadeza fuera contrarrestada con su masculinidad, con su dureza y su fuerza, Dave desprendía seguridad por cada uno de sus poros y era mas que evidente que, sin importar lo que sucediera entre nosotros, el encontraría la manera de cuidarme durante el proceso para que no saliera lastimada.

Sonreí al vislumbrar como apartaba rápidamente la bolsa de papas para que estas quedaran en el lugar bastante alejado de nosotros, estaba tan preocupado por poner las frituras a salvo que ni siquiera se inmuto cuando me coloque sobre su cuerpo, cubriéndolo con el mio. Pequeñas chispas de placer recorrieron cada una de mis extremidades cuando nos besamos, no había palabras para describir la forma en la que me hacia sentir, era algo fuera de este mundo, el me transportaba a un lugar mágico, un lugar en el que nunca antes había estado y uno en donde escapar no era una opción fiable sino mas bien un castigo cruel que no deseaba recibir jamas.

-¿Te parece mejor un empate? ambos..somos..suertudos- Las ultimas palabras sonaron algo entrecortadas ya que hablaba entre cortos besos, me alce un poco para observarlo mejor y mi oscuro cabello me enmarco el rostro conforme le sonreía abiertamente, con picardia, no era muy consciente de lo que veía en mi pero su mirada verdosa destilaba una adoración capaz de hacerme estremecer hasta lo mas profundo de mi ser, amaba cuando ponía sus ojos en mi de esa forma...realmente lo hacia.

-No parece que te estés quejando por eso..- Farfulle en el instante en que mi novio siguió cada uno de los desplazamientos de mis manos sobre su torso perfectamente esculpido. El borde inferior de su camiseta comenzó arrugarse, la tela de algodón enrollándose apenas sobre su dorada piel al dejar al descubierto gran parte de su abdomen, detuve el lento deslizamiento de mis dedos cuando me pidió que esperara. Su sonrojo fue..sorpresivo, impactante, nunca lo había visto así y eso provoco que me quedara muda por un par de segundos, completamente absorta y con mis pupilas fijas en sus sonrosadas mejillas. -Eres tan hermoso..- Solté abruptamente y luego las comisuras de mis finos labios se alzaron hacia arriba entretanto acunaba su cara con ambas palmas y me acercaba mas a el. -Si, quiero estar contigo..solo contigo porque te deseo pero..no tenemos que hacerlo si..no te parece una buena idea- Fue mi turno para ruborizarme y sentirme fuera de lugar.