Solo tu. No necesito mas || Davindi

Primera visita a la casa de Indigo. No me encontraba nervioso ya que la ausencia de sus padres era un gran alivio para mí, no deseaba ser interrogado ni ser bombardeado por preguntas tontas. Me hallaba sentado en la habitación de mi novia, aguardando a que llegara pues le había pedido un vaso de agua. Indigo siempre tan servicial y yo tan molesto. En realidad la verdadera intensión era distraerla para dejar el regalo –El cual estaba oculto en mi mochila- sobre la cama, con una pequeña carta. Sí, todo un bobo enamorado, incluso me daba miedo a veces. Una vez lista la sorpresa, como era de esperar, fui a inspeccionar el nuevo entorno. Como si fuera dueño de todo, comencé a abrir cajones, ojeando algunos papeles sueltos.

Como los cajones no había nada interesante, mi atención se centro en el pequeño estante. Un enorme libro de color rosa muy claro sobresalía del resto de los objetos. ¿Qué diablos era eso? Lo tome con cuidado, luego me puse muy cómodo recostándome sobre la pequeña cama. Abrí el dichoso libro encontrándome con una grata sorpresa. Era el álbum de fotos de mi amada novia. Era una niña hermosa y adorable. Una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios, la cual se mantuvo incluso cuando Indigo entro a la habitación.

— Debes darme una foto de esta niña tan hermosa – Dije mirándola con un amor eterno.

-¿Nadie te ha dicho que es de muy mala educación revisar las pertenencias ajenas sin antes pedir permiso?- Pregunte al cruzar la puerta de mi habitación para adentrarme en su interior y darle a David el vaso de agua que me había pedido para tomar, hace no menos de un par de minutos.

La sonrisa que se había formado en mis labios, cuando aparecí nuevamente ante sus ojos, demostraba que no estaba enfadada por su intromisión, solo divertida de que su gran curiosidad lo impulsara a comportarse como un detective encubierto. Incluso podía casi jurar que había estado revisando los cajones de la cómoda en busca de algo interesante, de algo que llamara su atención y pudiera decirle cosas sobre mi que el aun no se animaba a verbalizar.

Verlo tan radiante entre mis cosas me hacia sentir extraña -no me malinterpreten- era una cosa buena pero no habitual ya que en pocas ocasiones traía chicos a la casa, en realidad, solo mi mejor amigo había tenido el "privilegio" de conocer mi preciado santuario. Todo eso había cambiado al pisar Dave mi hogar, teníamos a nuestro favor que la casa estaba desierta porque mis padres, junto con mis dos hermanos pequeños, se habían ido de viaje y volverían en un par de días. Ninguna persona podía interrumpirnos ahora o alterarse de que tuviera a un joven extremadamente guapo en mi cuarto, mirándome como si fuera todo su mundo.

Al ritmo de los latidos acelerados de mi corazón acorte las distancias entre nosotros y le entregue el vaso mientras mi mano libre se encargaba de acariciar su musculoso pecho -Te daré una copia de la que mas te guste solo si..obtengo a cambio una tuya de cuando tenias la misma edad- Murmure con suavidad, refiriéndome a las fotografías que el tenia en su poder. El álbum que se hallaba entre sus manos estaba repleto de imágenes mías, desde que tenia unos pocos meses hasta los primeros años de mi infancia. Habían sido tiempos felices, todavía lo eran y todo solo parecía mejorar con la repentina llegada de este moreno en mi vida.

—Es el cuarto de mi novia, no creo tener que obtener su permiso – Sonreí de lado, dejando el enorme libro a un lado de la cama para tomar el pequeño peluche en forma de cocodrilo tierno para extenderlo y darle como un obsequio. Era el primer regalo de este tipo, ya que las flores y chocolates entraban en otra categoría. —Se llama Coco. Y no lo vas a cambiar – Comente con una sonrisa en mi rostro ¿Cómo decir que no al tener una radiante sonrisa en frente? Buena estrategia, solo espero que funcione. Dejando las bromas de un lado, tome seriedad para el asunto. Lo que menos quería era iniciar el día disgustando de mi novia por ser en entrometido curioso sin vergüenza alguna. Tome su mano, jalando para que Indigo se acercara. Una vez que la tuve frente a mí, la tome por la cintura provocando que tomara asiento en mis piernas.

Su cercanía me tentaba mucho para besarla, lo que proseguí a hacerlo durante unos perfectos segundos. La suavidad de sus labios, las sensaciones despiertas en mi, hicieron que el momento fuera ideal — ¿Te molesto que husmeara tus cosas? – Pregunte. Aun me encontraba a centímetros de sus labios, un leve acercamiento era necesario para robarle otro y mil besos si tenía ganas. Entrometí los dedos por debajo de su remera, con la intensión de tocar su piel. Fije mi mirada en sus ojos, solo necesitaba eso para sentir mariposas y cosquillas en mi estomago.

Negué con la cabeza, solo para jugar y tener una pequeña pelea divertida con mi novia — Amor, mis fotos de bebes son sagradas para mi madre, dudo que quiera darte una – Curve una sonrisa en mis labios. Era una pura mentira, mi madre no tenía problemas en darle alguna foto, incluso se mostraría entusiasmada. Para callar lo objeción de Indigo, no tuve una mejor idea que besarla de nuevo con un poco de intensidad.

No fui capaz de retrucar sus palabras pero la parte buena que sacaba de todo esto era que cuando conociera su cuarto podria ponerme a husmear sin pedirle permiso e incluso utilizaria, en su contra, lo que acababa de decirme si llegaba a atraparme infraganti.

Saliendo de mi habitual ensimismamiento obserse sus movimientos con cierta..curiosidad ya que no sabia que se traia entre manos. Lo vi tomar un peluche de mi cama, uno que no habia estado ahi cuando me habia marchado para buscarle un vaso con agua, Dave lo extendio en mi direccion y sin dudar ni un solo segundo lo tome entre mis manos, acercandolo al centro de mi pecho luego en una clara muestra de adoracion. El peluche tenia forma de cocodrilo y su rostro era tan tierno que acabe sonriendole hasta que me dolio la mandibula. El tenia esa mania de regalarme cosas, no importaba la ocasion o el momento, siempre que podia se las arreglaba para darme un obsequio. -Me encanta amor! Gracias, dormira conmigo de ahora en adelante- Mustie aun con mi enorme sonrisa iluminando todo el lugar y cuando tomo mi mano no rechace su cercania, es mas, me movi casi a la velocidad de la luz para quedar sentada sobre sus piernas, instantaneamente el calor que desprendia su cuerpo me rodeo y su aroma engatuso a cada uno de mis sentidos, estaba completamente hechizada, incapaz de quitar mis ojos cafes de el.

Nuestros labios se unieron, no podia afirmar quien habia dado el primer paso, quien habia tomado la boca del otro antes pero no me importaba mientras pudiera seguir disfrutando de la suave y dulce textura de sus labios. Me zambulli en el interior de su boca en busca de aquel sabor que lograba despertar cada una de mis terminaciones nerviosas y cuando David se aparto apenas para hablarme relami mis labios inconscientemente. -Para nada..mientras no me hallas robado ninguna prenda intima estamos bien- Bromee simplemente para tomarle el pelo a la vez que rodeaba su cuello con mis brazos, una de mis manos se hundio en la masa lacia de su cabello castaño claro para acariciarselo con infinita lentitud.

Los dedos ajenos que se entrometieron bajo mi remera me hicieron estremecer, bastaba un diminuto toque suyo para que se formaran chispas en mi interior, tantas sensaciones bombardeaban mi cuerpo, estas hacian imposible la tarea de absorverlas a todas de una sola pasada.
Dudaba de que su madre se negara a darme una de sus fotografias de niño ademas si utilizaba mi encanto Ekstrom sobre ella acabaria convenciendola de una forma u otra. Ya preparada para soltar mi respuesta tome aliento y abri mi boca pero ningun sonido salio a la superficie debido a que mi hermoso novio acababa de apoderarse nuevamente de ella. Olvidando las palabras que habia tenido en la punta de la lengua lo bese con la misma intensidad, la mano que se hallaba sumergida en las hebras de su cabello deslizandose hacia abajo, rumbo a su musculoso pecho conforme me inclinaba, empujandolo con suavidad para que su espalda tocara la pared que habia atras. Su precioso regalo quedo a un costado de la cama mientras me movia para que mis muslos rodearan su caderda y asi profundizar el contacto de nuestros cuerpos, infundiendome valor y algo de picardia tome entre mis dientes su abundante labio inferior y tire de este muy despacio- Te amo, aun no puedo creer que estes conmigo ahora..- Admiti en un murmullo apenas audible, con la palma de mi mano libre acunando una de sus mejillas con cariño y devocion. Sin poder soportar otro segundo sin sus labios perfectos sobre los mios lo bese otra vez.

No necesitaba la aprobación de mi novia para llenarla de obsequios materiales, sabia de ante mano que se negaría si tan solo preguntara. Me gustaba consentirla, y esta era una buena forma de hacerlo, aunque claro, también tenía otras formas de mimar a mi novia. Sonreí al notar como los labios de Indigo se curvaban formando una perfecta sonrisa. Era hermosa, hermosa en todas sus facetas. Enojada, feliz, incluso cuando fingía algún puchero. —Eres tan hermosa – Comente. No perdía oportunidad para remarcar lo bella que era frente a mis ojos. No tenía nada que fuera desagradable, se parecía a mí en varios aspectos y gracias a ello teníamos muchas peleas divertidas, las cuales terminaban siempre en más mimos de lo normal.

Indigo no perdió tiempo y comenzó a responder a mis besos. Era casi absurdo pensar que luego de tanto tiempo, sus besos sigan causando sensaciones en mí como si fuera nuestro primer beso ¿Cómo olvidar aquel momento? Cuando me encontraba realmente confundido, sin saber cómo actuar… Ella aclaro mis dudas luego de besarme en medio de una película horrible. El titulo de aquella película solo tenía un significado para mí: El inicio de mi vida con la morena más perfecta que podía encontrar. Eres tan cursi a veces La voz de mi mente hablo con la verdad. Gracias a Indigo puedo sacar todas las facetas de niño enamorado, algo que pensé que era casi imposible. Al oírla hablar sonreí ¿Robarle una prenda? Ni que tuviera problemas sexuales o deseos eróticos extraños. Negué con la cabeza, al tiempo que posaba mis labios una vez más sobre los suyos. Las palabras sobran, solo podía expresar lo que sentía por medio de acciones. Me deje guiar, sin darme cuenta deje caer mi espalda contra la incómoda pared. No dure mucho tiempo con aquella posición. Mis brazos rodearon su cintura, y con un simple giro quede sobre ella. —Te amo – Dos simples palabras que describían el sentimiento mutuo. El momento era perfecto, solos en su habitación, dispuestos a todo o nada. Por lo menos, Indigo dejo muy en claro a donde quería llegar con sus intensiones.

Gire la cabeza, besando la mano que me proporcionaba de las mejores caricias. — ¿Alguna idea para poner en práctica? – Pregunte actuando con inocencia. La cual había perdido desde hace unos años atrás. Aun con mis manos sobre su piel, emprendí camino por sus costados, corriendo la tela de su remera cada vez que las yemas de mis dedos subían.

Era tentador, justo lo que buscaba causar en mi novia. Fije mis ojos en los suyos, sin detener las caricias. Al momento le faltaba un toque de picardía, por lo que sonreí de lado. Ahora mis intensiones también eran claras, solo necesitaba un leve empujón para actuar sin pausa hasta tenerla solo para mí. Sus labios callaron mis palabras y obligaron a la razón a borrarse de mi mente. No pensaba en otra cosa, no quería hacer otra cosa más que entregarme a mi novia.Tome el borde de su remera con la intensión de quitársela y de pronto escuche un sonido que me dejo desconcentrado. Aquello provoco que me alejara de ella, y me incorporara quedando a horcajadas sobre ella. —¿Escuchaste eso? – Pregunte casi desorientado. Se supone que estábamos solos ¿Cierto?

-Tu me haces asi- acabe susurrando, con suma ternura y en un pequeño hilo de voz, mientras lo miraba fijamente, perdiendome en las profundidades de sus tan hermosos ojos color avellana como casi siempre lo hacia; cada vez que estabamos cerca y el me decia cumplidos de ese tipo el resultado era el mismo acababa con las mejillas ardiendo y el color intenso que estas mismas adoptaban me delataba incluso aunque estuviera a una milla de distancia. Tal vez solo necesitaba tiempo para acostumbrarme a sus halagos pero dudaba, dudaba bastante que mis reacciones fueran a cambiar y pese a que solia mostrarme segura e incluso egocentrica a veces..en el fondo no era tan asi y el lo sabia mas que cualquier otra persona.

Los besos continuaron, le ordene a mi cerebro desconectarse un momento y solo preocuparse por sentir y disfrutar de la forma maravillosa en que adoraba mi boca con la suya. Ligeros y suaves deslizamientos de labios contra labios, una calida lengua enrredandose con la ajena para darle, por fin, un comienzo a aquel baile sensual que unicamente podia existir entre dos amantes. Segundos despues mis manos se posaron en sus hombros, aferrandose con alma y vida a los musculos que lo recubrian entretanto mi cuerpo se relabaja y moldeaba contra su perfecta y atletica figura. No queria dejarlo ir jamas pero, lamentablemente, tuve que romper el contacto cuando se nos dificulto la simple tarea de respirar.

Busque sus ojos y no se como..pero supe instantaneamente, al vislumbrar sus expresivas pupilas, que estaba recordando nuestro primer beso, el que nos dimos en nuestra primera cita, mejor dicho el que me atrevi a darle sorpresivamente en nuestra primera cita. Me traslade al pasado e intente rememorar lo que me habia impulsado a actuar de una manera tan impulsiva mientras esperaba su respuesta pero esta nunca vino y a cambio obtuve un nuevo beso destructor. "Esto, esto fue lo que te impulso a tirartele encima en aquella oscura sala de cine" dijo burlona una voz dentro de mi cabeza y acabe dandole la razon al 100% conforme Dave se giraba, haciendo asi que mi espalda tocara el colchon y su cuerpo me cubriera por completo.

Mi pecho se hincho de amor y felicidad al oir su te amo, segui otorgandole tiernas caricias con una de mis manos sobre la delicada piel de su abdomen a la vez que la otra era besada porque como se hallaba muy cerca de su bello rostro sus labios tenian facil acceso. -Soy una principiante, apuesto que tus ideas son mucho mejores..- Acote timidamente pero con una sonrisa grabada en mi pequeña boca porque el roce de sus dedos me gustaba demasiado, poco a poco la tela de la remera que cubria mi torso fue corriendose y cuando atrape su apetecible boca por enesima vez la prenda estuvo a punto de desaparecer de mi cuerpo pero algo lo detuvo y se paro en seco. -No escuche nada amor..-respondi distraidamente ya que estaba depositando besos en su cuello y sintiendo como sus abdominales se contraian bajo la palma de mi mano. Lentamente lo obligue a colocarse sobre mi nuevamente y moviendo mi rostro para quedar frente al suyo me apodere de su labio inferior, mis dientes tiraron del mismo con el fin de provocarlo en mismo momento en que la puerta de mi habitacion se abrio de golpe y mi hermanito pequeño Wade solto un alarido muy agudo que simulaba parecerse a mi nombre, el corrio en nuestra direccion y se tiro encima de nosotros, abrazandonos aunque el peque no tenia ni la menor idea de quien era David. -Ey gradulon!, tambien te extrañe..¿porque volvieron antes?- Logre preguntarle cuando mi shock inicial se evaporo, mis padres acababan de llegar y teniamos suerte que ninguno de ellos hubiera abierto la puerta. Desplace alarmada mis ojos hasta mi novio y le rogue con la mirada que se apartara antes de que la cosa pasara a mayores yalguien que si entendiera la situacion nos atrapara con las extremedidades enredadas sobre la cama.

La situación daba para más, ambos lo sabíamos e intentábamos avanzar lentamente, manteniendo el control pero sin dejar que la intensidad se perdiera. Amaba cuando entrometía su lengua en mi boca, lo hacía en el momento indicado y de una forma muy sutil y lenta, como si pidiera permiso previo para hacerlo. Mientras Indigo devoraba mi boca lentamente, mis manos le brindaban leves caricias contra su piel. Ya las telas que la cubrían comenzaban a ser una molestia, incluso mis prendas eran un obstáculo para tener contacto directo con su cuerpo, su calor.

En los pocos segundos que teníamos para mirarnos nos decíamos todo. Una mirada bastaba para saber lo tontos y enamorados que estábamos, sin dejar atrás el simple hecho de llegar a actividades más intensas y fogosas. No lo negaría, deseaba sentir a Indigo en cada parte de mi cuerpo, ser el hombre de su vida y el primero también. Lleve mis labios hasta su cuello, amaba aquella zona de su cuerpo, el perfume que emanaba ese lugar comenzaba a embriagarme. Supuse que no había vuelta atrás, que era un hecho terminar fundido en su cuerpo y ser una sola persona cuando lo inesperado sucedió. ¿Quién iba a predecir que su hermano menor interrumpiría el momento de una manera tan inocente? Adiós a la calentura del momento, adiós a mis caricias y sobre todo, adiós a las ideas que tenía para practicar con mi novia. Libere un suspiro, dejando que mi cuerpo cayera junto a Indigo. El niño parecía no comprender que un extraño estaba íntimamente ligando a su hermana mayor.

Indigo interrogo a su hermano pero este no hizo caso alguno, simplemente se quedo sobre su hermana, abrazándola por el cuello y mirándome con una sonrisa traviesa. ¿Se estaba burlando de mi? Ese niño comenzaba a desagradarme. Ok, quizás solo estoy exagerando, debía agradecer que no gritara como loco para avisar a sus padres que un extraño estaba en la habitación con su hermana.

—¿Y tu quien eres? –
Me pregunto luego de unos tensos segundos de miradas entre ambos. Mire a Indigo en busca de ayuda ¿Qué le podía decir a un niño? Hola, soy el novio de tu hermana ¡No! Ni siquiera estaba seguro de que el niño conociera el término ‘’novios’’ —Soy David ¿Tu cómo te llamas? – Le pregunte intentando sonar lo más simpático posible. Me agradaban los niños, podía jugar y divertirme con ellos pero la situación me tenía en un estado de nerviosismo. Me quería matar literalmente hablando.

—Wade –
—Asique tu eres el pequeño hermano de Indigo. Genial. – Dije sin saber que mas agregar. ¿Estaba nervioso? Si, en parte. El niño vio cosas que no debía, y era comprensible que fuera con el cuento a sus padres — Con Indigo estábamos por ir a comprar helado ¿Quieres venir? – ¿De verdad quería comprar el silencio del niño con helado? Que bajo había caído. Mira a mi novia para que me ayudara con la situación, aquel niño no podía salir de la habitación sin darnos su palabra de silencio, algo casi imposible. Mientras tanto, el niño asintió con la cabeza y empezó a saltar en la cama. Estaba muy eufórico, eso me ponía aun más nervioso. ¡Dios me quería ir por la ventana!

—¡Tengo juguetes nuevos! Mami compro autitos! –
Prefería callar y sentarme en la cama, dejando a los hermanos socializar.
— ¡Ven! – Dije de repente saltando lejos de la cama y dando pequeños saltitos en el suelo. Incluso tomo mi mano, jalando de ella sin dejar de ser in hiperactivo. —Vamos ¡Tienes que ver los autitos! – Miro a su hermana mayor con los brazos estirados. Era un flojo de primera y sabia como comprar a su hermana para que lo llevara alzado.

Nuestro momento de intimidad habia sido brutalmente arruinado por la intromison de uno de los pequeños monstruitos Ekstrom, en este caso Wade habia sido el encargado de abrir la puerta de mi habitacion de golpe, sin siquiera darnos la oportunidad a Davi y a mi de apartarnos y simular que habiamos estado haciendo alguna cosa inocente que no tenia nada que ver con deshacernos de nuestra ropa y besarnos hasta quitarnos el aliento encima del colchon.

Aunque solo habian pasado breves segundos desde que habiamos dado por finalizado el beso y las caricias ya echaba profundamente de menos todo, extrañaba el calor y la suavidad que su cuerpo desprendia, extrañaba la forma en que sus labios tocaban los mios, haciendolos cosquillear y desearlo aun mas. Extrañaba que sus manos se entrometieran bajo la tela de mi camiseta y que sus fuertes dedos recorrieran mi piel, provocandome esos estremecimientos tan deliciosos que solo me hacian pensar en las miles de maneras que queria unirme a el y quizas si no nos hubieran interrumpido podria haber sucedido, como David no se parecia ni por asomo a esos chicos que eran capaces de obligar a sus novias a hacer algo que ellas no estaban seguras..sentia una enorme confianza hacia el, sabia que me cuidaria y respetaria mi decision sin importar cual fuese.

Mi hermanito no respondio a mi pregunta pero era de esperarse, solia hacer cosas de ese tipo cuando estaba mas enfocado en obtener informacion en vez de permitir que alquien se la quitara. Sus pequeños brazos rodearon mi cuello con su ternura habitual y sonrei por el gesto mientras observaba curiosa su reaccion al ver a mi novio por primera vez. Al principio Wade se mantuvo en silencio pero tras mostrarle la mejor de sus sonrisas traviesas comenzo con el interrogatorio.

Encontrandome con los ojos de Davi le hice señas para que dejara correr el tema del noviazgo porque si llegaba a mencionarlo tendriamos una larga charla con Wade y ninguno de los dos tenia ganas de andarle explicando a un niño de cinco años en que consistia esa simple palabra. Ellos comenzaron una charla y el tono de voz de mi deportisma me hizo saber lo nervioso que el estaba por toda la sitacion, era bastante novedoso que se sintiera asi considerando lo extrovertido y sociable que era la gran mayoria del tiempo, tal vez la razon de su incomodidad se debia a la presencia de niños.

Una de mis oscuras cejas se arqueo al oir como Dave invitaba a mi hermano a comer helado, no hacia falta ser un genio para comprender los motivos detras de la invitacion, estaba planeando comprar el silencio del peque con dulces y eso me divirtio hasta el punto tal que acabe riendome a la vez que meneaba la cabeza en ambas direcciones.

- A el le gusta pagar asi que no tienes que preocuparte porque mama te obligue a pedir el mas pequeño..-Mustie burlona con el unico fin de darle una mano a mi novio y de paso convencer al peque de aceptar la oferta. Este asintio y comenzo a saltar de un lado para el otro con una euforia que parecia salida de un dibujito animado. Cuando menciono los juguetes comprendi a que se debia tanta felicidad.

-Me los vas a mostrar ¿verdad? me muero por ver que tan rapidos son!- Dije imitando el tono emocionado que habia empleado al hablarme y tras decirlo me sente en el borde de la cama para levantarme. Wade tambien se levanto y tomo una de las manos de Dave para arrastarlo fuera de la habitacion, queria mostrarle los autitos pero antes de cruzar el umbral de la puerta se paro en seco y alzo sus brazos hacia mi para que lo alzara, era un manipulador excelente asi que no tuve mas remedio que cumplir su capricho, al acercarlo a mi pecho estampe en su mejilla un sonoro beso y luego revolví su pelo marrón oscuro mientras emprendía el paso para ir en la búsqueda de mis padres..

Por suerte el niño no continuo con preguntas incomodas, mi novia no me estaba ayudando con las respuestas y yo, por desgracia, no tenía mucho trato con los niños. Sinceramente no sabía cómo responderle para no causar dudas en su mente inocente. Esto de no convivir con niños me estaba jugando en contra. Cuando el niño me llevo hacia la puerta de la habitación pensé si era buena idea bajar. Obviamente me toparía con los padres de Indigo, mis suegros, sería el encuentro que todo ser en la tierra deseaba evitar. ¿Qué más podía pasar? Me encontraba a solas con su hija, una peor situación para conocerlos era imposible. Detuve mi caminar, aguardando impacientemente a que Indigo llegara con el niño en brazos. Fue tan dulce verla de esa forma con aquel mini morena travieso, me robo una sonrisa tonta, la cual intente ocultar al bajar la mirada. Deje que Indigo tomara la delantera, prefería que ella diera la cara antes de tener que ver el rostro de sus padres. Ya lo estaba imaginando y solo me torturaba.

Indigo avanzo y yo la seguí de cerca, manteniendo miradas con su pequeño hermanito. Me causaba risa verlo, lástima que el momento me tenia tenso sino estaría jugando con él.

— ¿Qué hacías en la pieza de Indi? –
Auch. Esa pregunta si que dolió, ¿Por qué me preguntaba lo más complicado a mi? Esto fue un complot seguro, y como la vez anterior, no conté con una ayuda de mi novia. Que linda era a veces, pensé con sarcasmo — Estábamos… jugando a la lucha – Respondí con una mentira inocente. Era un nene, su mente era sana e inocente. Tenía un buen plan. Wade solo respondió con una sonrisa, creyéndome toda la historia.

Lamentablemente, llegamos a la cima de la escalera, la cual comenzamos a bajar lentamente ya que mi novia tenía a un niño de 5 años en sus brazos. Lo peor que podía suceder era un accidente. Llegamos a la sala donde se encontraba el resto de la familia. Para mi sorpresa apareció otro niño, igual a Wade solo que tenia la más hermosa camiseta de futbol. Retirando ese detalle, era idéntico al otro niño. De repente se habían duplicado. [b]—Hola boquense… -[/color] Dije amistosamente, revolviendo sus cabellos castaños. El segundo Wade me sonrió tan ampliamente como su hermano. Un par de simpáticos ambos.

Ellos no eran el problema, sino los padres de mi novia, los cuales miraban la escena sin comprender nada.

Estabamos haciendo nuestro descenso por las escaleras en silencio pero sin previo aviso Wade se sintio curioso y le pregunto a David que habia estado haciendo en mi habitacion antes que el llegara. Como mi novio no podia ver ninguna de mis reacciones porque habia tomado la delantera y me encontraba a unos pocos metros de su persona, no me preocupe en lo mas minimo por esconder una sonrisa mientras esperaba oir la respuesta ingeniosa que obtendria mi hermanito. Al principio crei que no le contestaria ya que estaba tardando demasiado pero justo cuando me disponia a abrir mi boca para soltar una buena excusa meciono inocentemente que habiamos estado jugando a la lucha. Reprimiendo un sonora carcajada asenti y ladee mi rostro para poder obtener contacto visual con Davi. -Yeap, jugabamos a la lucha pero..debes guadar el secreto peque..porque al ser un luchador tan bueno debe permanecer en el anonimato- Susurre en voz baja, enfatizando el hecho de que debia ser precavido y no andar divulgandolo por la casa, mucho menos decirselo a mis padres ya que a estos no les agradaria saberlo.

Al pisar el ultimo escalon permiti que mis ojos cafes se deslizaran cuidadosamente hacia la sala y lo primero que vi fue a Clayton, vestia un par de pantaloncitos de jean y su diminuto torso estaba cubierto por la camiseta de nuestro equipo de futbol favorito. Ese detalle parecio agradarle de sobremanera a Dave ya que mientras lo saludaba amistosamente se atrevio a revolver su sedoso cabello. En respuesta Clay le dedico una amplia sonrisa pero no hizo comentario alguno, era mucho mas timido que Wade, ambos eran una especie de shin y shan pero se complementaban a la perfeccion y no podia imaginar mi vida sin ellos. -¡Pero que guapo te ves enano!..espera ¿estas mas alto?- Negando con la cabeza el aludido se acerco a mi y me hinque con su gemelo aun en brazos para estar a su altura y asi poder besar su mejilla tiernamente. Luego de decirles cuanto los habia echado de menos y mimarlos por un par de segundos me levante del suelo y rodee con uno de mis brazos la parte baja de la cintura de mi hermoso novio para infundirme coraje y enfrentar a mis padres ya que nos estaban mirando como si fueramos unos alienigenas. -Se suponia que esto no iba a ser asi pero..mama, papa les presento a David, nosotros..estamos saliendo juntos-

Ahora sí. El momento que no deseaba vivir había llegado sin previo aviso. Ni siquiera sabía que dejar, no tenia las respuestas en mi cabeza. Mi novia consentía al restante hermanito de la misma manera, para evitar peleas entre ellos por posibles celos. Al parecer ambos menores eran unos consentidos por toda la familia, y claro, con el tiempo también serian mis consentidos cuñados.

Únicamente levante la mirada cuando mi novia dejo de mimar a los niños y se presto para presentarme oficialmente a sus padres. ``Definitivamente era mejor escapar por la ventana`` Pensé. Sentí como mi morena pasa su brazo por mi cintura, ya era hora, había tenido muchos mimos con sus hermanitos y a mí solo me genero nerviosismos. Curve apenas mis labios formando una leve sonrisa, lo que menos quería ahora era reflejar mis nervios. Primero porque mi orgullo no lo permitía, y segundo ¿Tenía que estarlo? No era típico en mi estar así, solo que la situación me tomo por sorpresa. Sentí mariposas en el estomago tras oír sus sutiles palabras. Fije mi mirada en la escena de sorpresa de sus padres. Les tomo unos segundos asimilar la realidad pero lo hicieron de una manera… pasiva.

Su padre parecía animado, lo cual fue una gran sorpresa para mí ¿no se supone que los padres cuidaban a sus hijas de los vagos pretendientes? Este hombre no me miraba mal, ni mucho peor, tenía una sonrisa en su rostro. Otra cosa inesperada sucedió, el padre de Indigo fue el primero en acercarse hasta mí para saludarme. Ya se había ganado una buena impresión, incluso pensé que nos llevaríamos muy bien, algo me decía que me había ganado su afecto pero aun me quedaba ganar la confianza de su madre, lo que resultaba complicado. No aspire a obtener una aprobación inmediata, me conformaba con tener su aprobación para seguir con Indigo. Nuestra relación iba muy avanzada como para dejar que muriera.

—Un placer David, mi nombre es Joseph y ella es Phoenix, mi esposa – El hombre tomo mi mano en señal de un típico saludo varonil. El apretón fue leve, eso me hizo sentir un poco más en confianza. —El placer es mío – Repetí mostrándome educado ¿Qué mas podía decir? No encontraba palabras para usarlas.

Hice el intento por saludar a la señora de la casa pero no tuve tiempo ya que Wade se interpuso entre la señora y yo. El niño levanto una caja grande (Comparada con su pequeño cuerpo si era grande) No tuve que imaginar mucho, se trataba de su juguete nuevo, y uno muy atractivo para ser sincero. —Asique este es tu auto nuevo. Es genial – Dije con una emoción menor a la del infante. Tome la caja entre mis manos para verlo más de cerca. Recordé que de niño tenía un auto similar, solamente que era blanco y termino estrellado contra el suelo luego de caer por la escalera. Fue un completo desastre.

—¡Vamos a jugar! – Exclamo el niño de pronto saltando enfrente de mí como un resorte. Verlo me robo una risa pero tuve que negar aceptar la invitación, ya era tarde y necesitaba tomar un calmante por salir vivo de un intento fallado de pasión con mi novia —Ya es tarde, será mejor que regrese a casa para cenar. Quizás otro día – Le explique esperando no molestar al pequeño Wade.
— ¿Si cenas aquí jugaras conmigo? – Oír esas palabras hicieron que mi ceño se frunciera. No. Definitivamente era una mala idea.
— Buena idea, quédate a cenar… Sera divertido - Acoto el señor de la casa mientras dejaba unas palmadas en mi hombro -- ¿Qué dicen? ¿Invitamos al novio de su hermana a cenar? –

No pude evitar sentir que estaba por ser ejecutado y ahora era el momento del voto popular y saber mi sentencia.

No iba a negarlo, estaba muerta de nervios pero fingi que la situacion no me habia alterado, por un lado porque mi novio debia de estar mas pertubado que yo y era mi deber transmitirle algo de alivio y por el otro porque no deseaba que mis padres creyeran que tenia dudas al respecto, si ellos notaban mi inmensa inquietud iban a pensar, desde un principio, que no estaba segura de mi relacion con Dave y eso no era cierto, nunca antes me habia sentido mas confiada de hacer algo en toda mi vida, estar a su lado era una de las mejores cosas que me habian pasado en mucho tiempo y no queria dejarlo ir. ¿quien iba a alegrar mis dias si se marchaba?

Le di una ultima mirada a mi moreno y luego observe los rostros de mis progenitores, no me sorprendio la reaccion de mi padre, el no estaba en contra de que tuviera pareja, siempre y cuando esta no me hiciera daño, pero mama era otro tema. Phoenix afirmaba que el dia que me enamorara o comenzara a interesarme mas por los jovenes apuestos..dejaria de lado mis estudios y por ese mismo motivo todos mis planes a largo plazo se irian al demonio; supongo que su mayor temor era que dejara norminarme por las hormonas y permitiera que algun muchacho se metiera dentro de mis pantalones sin tomar antes las medidas adecuadas para evitar alguna ets y obviamente un embarazo. "Eres bastante suertuda indigo, si tu madre te hubiera visto, minutos atras, en la cama con tu chico..ya estaria buscando un cupo dentro de algun convento" susurro como de costumbre aquella molesta voz dentro de mi cabeza conforme vislumbraba a mi padre acercarse a nosotros para poder estrechar la mano de David y hacer mas formal la dichosa presentacion.

Lamentablemente mi novio no pudo saludar a mi madre porque Wade se entrometio entre ellos y segundos despues levanto la caja que contenia su juguete nuevo para enseñarselo, mi hermanito desbordaba de emocion mientras esperaba el veredicto de Dave, cuando este ultimo le dio el visto bueno y tomo la caja entre sus manos para ver los detalles del automovil..el peque comenzo a saltar a la vez que le pedia, practicamente, a los gritos que jugaran a las carreras. Una risa suave escapo de mis labios al ver su cuerpetcito rebotando y rebotando contra el suelo como un resorte. Estirando mi brazo derecho revolvi su cabello chocolate para que no se desanimara al escuchar la negativa respuesta de Rossi, sin embargo, el infante no parecio afectado o triste, creo que el "no" que obtuvo una milesima de segundo mas tarde solo reforzo la idea de mantenerlo en casa para utilizarlo como su conejillo de indias personal.

Sigilosamente mi madre aprovecho el momento para acercar su rostro a uno de mis oidos y susurrarme contra este mismo que no le parecia una buena idea que Dave se quedara a comer. Por su hastiado tonto deduje que estaba demasiado cansada para ponerse a cocinar para un invitado y fingir ser la ama de casa por excelencia. Obviamente estaba juzgandolo sin siquiera dignarse en conocerlo, ella solo veia a un muchacho hermoso que planeaba robarle la inocencia a su preciada hija, era una verdadera lastima que ella no fuera capaz de ver el inmenso corazon que mi novio poseia, estaba tan lleno de dulzura y buen humor. -El no me va a lastimar mama, dale una oportunidad al menos..- Justo cuando estaba murmurando esas palabras Joseph lo incito a quedarse a cenar y los gemelos aceptaron encantados, por el rabillo del ojo observe el rostro estupefacto de Phoenix pero se recompuso rapidamente ya que no le quedaba mas opcion que mostrarse de acuerdo con la decisión que se habia tomado.

Tras decirle a Dave que tomara asiento en alguno de los mullidos sillones que estaban a su alrededor papa se dirigio a la cocina para empezar a cocinar los alimentos que comeriamos dentro de un rato, como era de esperarse mama lo siguio para supervisar todo el proceso culinario.
Clayton se sento en mi regazo cuando me deje caer al lado de mi moreno y sus manitas rozaron mi cuello. -¿Que es novio?- Pregunto de repente, atrapandome con la guardia baja. -Novio..es..bueno..es una persona que..esta al lado de otra porque la quiere mucho, ellos pasan tiempo juntos y son..cariñosos ¿Verdad Davi?-

¿Por qué todos votaban menos yo? Mi voto era el más importante, mis nervios hicieron que el hambre se borrara, lo cual significaba un gran merito. Vivía con hambre, Indigo podía ser testigo de ello. Intente suspiras con resignación pero lo guarde, no quería dejar una imagen de desagradecido por la bienvenida de la familia de mi novia. ¿Qué más podía esperar? Las cosas no salieron tan terribles, al menos tenía el apoyo del jefe de la casa y de los enanos, al menos Wade insistía en interactuar conmigo, aunque Clayton se mantenía al margen. Se notaba que era tímido como su hermosa hermana. Nuevamente, el niño me tomo de la mano para llevarme a los enormes sillones de la sala. Fue muy gracioso ver como el niño hacia un esfuerzo para subir con la enorme caja entre sus manos. Lo ayude a subir, y con su ayuda pudimos retirar el auto de la enorme caja.

Ahora tan solo necesitábamos poner las pilas y las baterías en sus sitios para comenzar a jugar. —Indigo ¿Me ayudas? – Le pregunte, ya que el niño no tenía la fuerza para sostener el autito mientras retiraba los pequeños tornillos que mantenían todo en su lugar.

Al fin estábamos solos, es decir, sin las acusadoras miradas de sus padres. Los niños no me molestaban realmente, eran muy inocentes para saber que sucedía entre Indigo y yo. Levante la mirada encontrándome con la más perfecta imagen, mi novia dialogando con su niño Clayton, su hermanito, quien parecía no tener pelos en la lengua a la hora de preguntar. Curve una sonrisa inocente, asintiendo —Así es. Mucho cariños y afecto – Dije estas palabras fijando mi mirada en los ojos marrones de mi morena. Paso por mi mente abalanzarme para robarle un beso, realmente lo deseaba y no por quedar con ganas de saber hasta dónde hubiéramos llegado en su habitación sino porque ahora me había enamorado aun mas. —¿Y tu auto, Clayton? – Pregunte finalmente, ya que los niños comenzaban a mirarnos de manera extraña. El pequeño tardo en responder, obviamente necesitaba ganarme su confianza para interactuar de manera fluida —Podemos hacer unas carreras antes de la cena - Propuse finalmente. Mis palabras fueron el detonador para poner más ansiosos a los niños, tanto así que ambos salieron disparados para traer el auto restante.

Contuve las ganas de tirarme sobre Indigo, tenía la sensación que los niños regresarían y no quería perturbarlos de nuevo. No pude contenerme por mucho tiempo. Lentamente me incline para robarle un tierno beso, lleno de amor. La amaba, y no sabía cómo demostrarlo. —Eres la madre que quiero para mis hijos – Acaricio su mejilla, bajando mi mano por su cuello y hombro, terminando en sus costados. —Eres perfecta, y lo digo de verdad – Curve una sonrisa inocente, antes de juntar mi frente con la suya. Era nuestro momento, no podíamos dejarlo pasar.

Luego de que tomaramos asiento en el sofa de cuero que estaba ubicado en el centro de la sala, Dave comenzo a ayudar a Wade con la caja de su automovil, juntos desarmaron el envoltorio que mantenia oculto al juguete y una milesima de segundo despues intentaron colocar la bateria y las pilas en el lugar que correspondian pero mi hermanito no tenia la habilidad suficiente para quitar los tornillos y mantener el auto quieto al mismo tiempo, las piezas empezaron a caer, algunas se metieron entre los almohadones y otras, bueno..otras estaban simplemente a la deriva.

Al oir la llamada de auxilio de mi precioso novio asenti y sente a clay a mi lado ya que necesitaba buscar las piezas perdidas y lo haria con mayor eficacia si tenia via libre para hacer mis movimientos. Cuando finalmente me apropie de todas las partes que se habian extraviado ayude a los muchachos a re-armar el auto y todos sonreimos triunfantes cuando estuvo listo para emprender una carrera.

El ambiente desbordaba tranquilidad, parecia que los minutos anteriores, esos que estuvieron cargados de tension y nerviosismo habian desaparecido magicamente con la ida de mis padres a la cocina. Permiti que mis musculos se relajaran contra el mullido sofa mientras hablaba en voz baja con Clayton, el siempre se habia abierto mas a mi que a otros miembros de nuestra familia y supongo que eso se debia porque nunca me habian molestado sus silencios y jamas lo obligaba a darme una respuesta cuando no le apetecia hacer uso de la palabra. Al alzar mi rostro me encontre con la bella mirada de Dave fija en el mio y deje que una sonrisa curvara mis finos labios cuando asenti a causa de su respuesta. De repente solo eramos el y yo en la habitacion, nadie mas podia penetrar nuestra burbuja de enamorados y me estaba muriendo por cortar las distancias que nos separaban para poder besarlo con todo el amor que tenia dentro de mi pecho, para enmarcar su cara con mis manos y luego deslizar la yema de mis dedos por su mandibula, por su cuello antes de hacerla volver a su lugar incial, sin embargo, me contuve a ultimo momento ya que no deseaba alarmar a los peques.

Poco tiempo despues mis hermanos menores corrieron hacia la escalera para traer al primer piso el auto de Clay, estaban extaciados por culpa de David debido a que este ultimo les habia prometido una carrera antes de la cena si lo encontraban. Con cierta preocupacion observe como los gemes subian escalon por escalon hasta desaparecer y al darme cuenta de que ambos estarian a salvo desvie mis ojos marrones hacia mi moreno. Rodee su nuca con una de mis palmas al inclinarse sobre mi y roce mi boca lentamente contra la ajena sonriendo durante el proceso. -¿De verdad?- Murmure con la voz llena de emocion mientras me acercaba mas al calor que desprendia su cuerpo y con mi mano libre acariciaba su torso. Los latidos de mi corazon se aceleraron como si estuviera corriendo una maraton y mi piel se sonrojo cuando dijo que era perfecta. -No, tu lo eres, realmente eres perfecto y quiero estar contigo por siempre..- Mustie devolviendole la sonrisa entretanto nuestras frentes se juntaban.

Alguien carraspeo alto y me aparte para buscar al portador del sonido, mi madre estaba parada a escasos metros de nosotros, mirandonos con cara de pocos amigos pero deje que no me afectara, nada podia arruinar lo que teniamos y tarde o temprano Phoenix se daria cuenta que ibamos enserio.
"Necesito que pongas la mesa Indigo, la cena ya casi esta lista". Asenti y comence a levantarme para hacer precisamente eso pero antes de moverme hacia el mueble que contenia los platos y los cubiertos le robe un corto beso a mi novio y alcance a susurrar contra su tierna boca un te amo. La mesa estuvo lista en menos de cinco minutos asi que volvi a reunirme con Davi en la sala, la imagen con la que me tope al llegar alli me robo otra sonrisa. Los gemes estaban a su alrededor, desplazando sus autitos de un lado a otro y ambos hacian los tipicos sonidos de motores rugiendo.

Gracias a la ayuda de Indigo, el autito quedo armado y listo para ser utilizado. Aproveche tener la cercanía de sus manos para darle suaves e inocentes toques involuntarios, ok, en realidad si provocaba aquellos toques contra su piel. Cualquier escusa era buena para tocarte, sobre todo si el gesto pasaba desapercibido por sus hermanos pequeños. Aquellos dos niños tenían los mejores lugares para presenciar nuestro amor pero su inocencia era tanto que no se percataron de nada. Solo deseaban jugar con nosotros, ansiosos por que cumpliera mi promesa de la dichosa carrera.

Con su partida momentánea, aprovechamos al máximo ese momento a solas. Deseaba inclinarme lo necesario hasta quedar recostado sobre su cuerpo. Sentir su calor de nuevo era mi anhelo. Contuve las ganas lo más que pude, lo cual no logre alcanzar en el beso. Mis ganas se reflejaban en la manera que besaba a Indigo. Atrape sus labios con los míos, tirando apenas de su parte inferior. Justo cuando estaba por entrar en su boca, sentí la presencia de alguien en la sala. Cerré los ojos con fuerza, como si eso pudiera hacer desaparecer por arte de magia a mi suegra malhumorada. Nos miraba con cara de pocos amigos, no entendía porque ¿Acaso no tuvo un amor a nuestra edad? Ya no éramos niños de 15 años alborotados por las hormonas, éramos dos jóvenes que intentaba llevar esta relación lo mejor posible. Recobre la compostura, liberando a mi novia para que hiciera lo que debía, poner la mesa. -- ¿Necesitas ayuda? – Pregunte tontamente. Mi novia ya partía rumbo a la mesa con todo lo necesario. Pensé en ayudarla a pesar de no tener una respuesta pero tuve que dejar esa idea para otro momento.

Los pequeños llegaron corriendo con la misma euforia de antes. Típico de niños de su edad. Tenía un niño a cada uno de mis lados, ansiosos con sus controles y los autos en el suelo. —El primer auto que llegue a la puerta gana – Dije a ambos niños. Luego pensé que estaba alimentando la competencia entre hermanos, eso era malo, no quería que fueran competitivos entre ellos. La carrera comenzó con varios traspiés. Ninguno logro manejar el auto sin tener algún choque, ya sea contra un mueble o la pared. Fue divertido, cada choque era un motivo de risa. Gire la cabeza encontrándome con mi novia, me miraba de forma extraña y no comprendía el porqué — ¿Estás bien? – Pregunte con una sonrisa.

—Vengan a cenar, mamá hizo milanesas con pure – Dijo el señor de la casa. El si sabía como motivar a los enanos y hacerme sentir bien. Tanto Wade como Clayton salieron disparados, dejando los controles en el sofá y los autos en el suelo. Yo hice lo mismo, solo que sin tanta euforia. Agarre a mi novia a medio camino, envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. Susurre un te amo en su oído, ya que no tuve la oportunidad de regresarle el gesto momentos anteriores. Deposite un beso corto en su mejilla para luego liberarla, caminando a su lado para llegar a la mesa.

Tome lugar junto a mi novia, era el sitio más seguro. La cena fue tranquila, y la comida muy deliciosa ¿A quién no le gustaba milanesas con puré? Al parecer era la comida preferida de los menores, aunque en varias ocasiones opinaron que era mejor acompañar la carne con papas.

—David ¿Juegas pin pon? Nadie en esta casa es digno de un partido contra mi – Ese comentario tan arrogante me hizo reír, incluso recordé a ver tenía esa actitud en varias ocasiones. Asentí a la pregunta, y sin darme cuenta ya me tenían secuestrado de nuevo. Los hombres y los niños salieron de la cocina hacia el jardín, donde estaba la dichosa mesa esperándonos.