Mi realidad comienza cuando te veo [I.E]

Llegar, cada verano, al campamento era una experiencia sumamente reconfortante y este año no era la excepción porque había mucha gente querida que anhelaba ver allí, personas con las que había forjado unos hermosos lazos de amistad, unos que se basaban en la confianza y sobre todo en la lealtad. Sabia que si algo sucedía, si algo estaba mal en mi vida ellos estarían para mi en un santiamén y tratarían de hacerme sentir mejor así que no podía quejarme por el camino que habían tomado las cosas.

El hecho que estuviera tan animada por volver nuevamente a St-Charles no solo se debía a que me moría de ganas de ver a mis amigos y de recuperar el tiempo perdido con ellos también tenia que ver con encontrarme con un joven y ese joven en particular era David, cada ves que el estaba a mi alrededor me hacia sentir especial, no era algo que pudiera explicar con muchas palabras simplemente sucedía como por arte de magia y aunque, en algunas ocasiones, detestaba la timidez e inseguridad que aparecía en mi interior cuando el me hablaba o nuestros ojos se encontraban por accidente, adoraba cada segundo de su compañía porque era mucho mas que una cara bonita y un cuerpo de infarto, era gracioso, dulce y atento pese a que también tenia defectos pero ¿quien diablos no los tenia?. Por mi parte, he de admitir, que estaba repleta de ellos.

Luego de instalarme y de andar por los alrededores para ver que cosas habían cambiado y cuales se mantenían exactamente igual me dirigí a la fogata con varias de mis amigas ya que en aquel lugar se haría una pequeña fiesta de bienvenida, una no autorizada por el nuevo director, según lo que había oído de esas chismosas bocas ajenas ese hombre iba a ser muy estricto y ya no habría nada de sexo, drogas y rock and roll. Obviamente rodé mis ojos cafés antes lo ultimo, el no iba a ser capaz de pararlo, eran demasiadas hormonas revoloteadas por doquier.

Con mi grupo decidimos buscar algo de beber antes de sentarnos en algún tronco cerca del fuego y charlar, como el dj aun no había llegado todo el mundo estaba haciendo lo mismo así que las voces de los presentes y el sonido del agua cayendo, proveniente de la cascada que teníamos a unos cuantos metros, era lo único que podía oírse. Rápidamente la conversación se desplazo a uno de los temas mas interesantes, la incomprensible pero perfecta especie masculina. Cada una de nostras se turnaba para hablar y en los breves lapsos de tiempo que me mantenía callada mi mirada se movía de un lado a otro en busca del chico Rossi, cuando finalmente lo vi..mi corazón se detuvo una fracción de segundo y rápidamente comenzó a latir a toda la velocidad, era una locura que pudiera afectarme tanto. Logre retirar mis ojos de su figura a tiempo, no me apetecía que me pillara observándolo con una completa psicópata ademas se agrandaría si llegaba a enterarse que me gustaba y mucho, hasta era probable que me evitara completamente o me echara en cara mis sentimientos solo para avergonzarme.
-¿Que dijiste? Lo siento Juls, estoy algo... distraída- Le solté a una de mis mejores amigas mientras un absurdo sonrojo se apoderaba de mis mejillas, calentándolas y advirtiéndoles a las demás que el culpable de mi despiste se encontraba a unos pocos pasos.

‘’Nunca pensé verte babear así por una mujer, Rossi’’
Mi querido amigo se estaba burlando de mi en mi cara ¿Con que propósito? Lo mire desaprobando sus palabras, lo cual aumento aun más su gracia. Sí, todo muy divertido para todo el mundo menos para mí. Me cruce de brazos, obviamente dejando que hable, como si sus palabras pudiera producir algo en mi. Al final termine riendo con el, su risa era muy pegadiza y bastante divertida, sin mencionar que mi amigo estaba con algunos vasos de cerveza encima, en un par de horas estaría completamente ebrio - ¿Llevas a alguna chica a las cascada? – Pregunte, intentando dejar el simple hecho de tener la mirada fija constantemente en aquella morena. Mierda, jamás me había sucedido antes, era nuevo en esto, no sabía cómo ocultarlo. Por lo menos mi amigo estaba bastante entretenido contándome con sumo entusiasmo con quien ligaría esa noche y de qué manera. La ebriedad. No era el mejor truco pero si uno de los más efectivos, el alcohol hacia efectos catastróficos en las personas. Negué con la cabeza, después se preguntaban porque era tan mujeriego cuando tenían que escuchar a mis amigos. - Voy por una cerveza –

Pensé que mis compañeros de equipo estarían junto al enorme barril pero no. No había nadie. Qué extraño. Tome un vaso rojo para llenarlo de cerveza, y como odiaba la espuma evite que esta apareciera logrando mi cometido. Levante mi mirada y de nuevo vi como Indi reía con su grupo de amigas. ¿Acaso cada vez que levante la mirada iba a verla? Eso no ayudaba demasiado, estaba conteniéndome y sabía que estaba dejando en evidencia mis constantes miradas sobre ella.

Tengo que hablar con ella, no me quedare como un idiota mirándola Pensé decidido. Cuando intente avanzar un grupo de tres chicas se interpuso en mi camino. Eran tan chillonas que no entendía ni una sola palabra que decían. Las mire con una expresión rara en mi rostro, en esos momentos deseaba tener a mi amigo ebrio a mi lado, el podría distraerlas mientras yo continuaba con mi plan de hablar con Indigo. Lo que llegue a entender era que una de sus amigas me estaba esperando en la cascada ¿De verdad? ¿Tenía cara de necesitado? Intente ignorarlas, desviando mi mirada en busca de ayuda. Inevitablemente llegue a mirar a donde se encontraba la morena. Por cosa del destino nuestras miradas se cruzaron por primera vez. Sonreí de lado, coqueteando a distancia. Por suerte mi estado de gala seguía despierto y no se dejaba vencer por la atracción hacia Indigo.

La verdad es que estaba intentando arduamente no mirar a David pero era una tarea muy dificil, parecia que cuanto mas queria evitarlo..mayores eran mis ganas de verlo, de perderme en su sonrisa y en sus ojos almendrados y simplemente olvidarme del mundo que estaba a mi alrededor. "Basta indigo por dios, te falta hacerle un poema para llevar tu grado de estupidez al extremo" Susurro esa vocesita interior tan molesta pero que, sin embargo, siempre lograba colocar mis pies sobre la tierra y alejar las fantasias romanticas de mi mente.

Me enfoque, casi por enecima vez, en la conversacion que se estaba llevando a cabo frente a mis narices y cuando las chicas se quedaron en silencio y comenzaron a mirarme fijamente supe que era mi turno de contarles quien era "mi chico" este verano, no es que antes hubiera alguno. Pese que habian tratado, por todos los medios posibles, de emparejarme con uno de los campistas no habia funcionado, no existia esa quimica que sacude tu mundo antes de ponerlo patas para arriba cuando habia salido con el, su beso no habia significado nada y por eso terminaron dandose por vencidas conmigo, dejaron de hacerme de cupido ya que era mas que obvio que nadie lograba que un centenar de mariposas revolotearan en mi estomago.

-Yo..bueno..ya saben..lo de siempre- Tartamudee cuando los nervios se apoderarn de mi y supe al instante que no se habian tragado ni una de mis palabras asi que no tuve mas remedio que rendirme y decirles la verdad, despues de todo eran mis amigas y si no se los contaba a ellas ¿a quien se lo diria? -Ok, lo admito..me gusta Rossi, no se como paso pero tampoco me hago ilusiones, todas sabemos lo mujeriego y creido que es, si llega a enterarse que me gusta armara un escandalo o algo parecido- Trate de sonar desinteresada y convincente al dar mi argumento pero al vislumbrar sus enormes sonrisas supe que habia cavado mi propia tumba porque iban a molestarme de por vida.

"Vas a ir a donde esta el y le hablaras, sin peros indi..haz tu el primer movimiento, lo he visto mirandote aunque seria mas apropiado decir comiendote con los ojos desde que te encontro" Abri mi boca de golpe para contradecir a Amanda pero justo en ese momento movi mi rostro por el lugar y me tope con su semblante, estaba sonriendome como si estuvieramos compartiendo un sucio secreto, uno que nadie mas sabia y todo mi interior temblo, mis manos comenzaron a picar a causa de las caricias contenidas que queria brindarle. Al darme cuenta que estaba acompañado por un trio de rubias tontas frunci mi entrecejo en una clara muestra de mi disgusto porque estuvieran coqueteandole con aquel descaro propio de las putas. Fingiendo que debia buscar algo de alcohol me encamine hacia donde el se encontraba pero antes de llegar un idiota borracho se coloco frente a mi, cortandome el paso e impidiendo que pudiera ver a David completamente. -Podrias correrte por favor..necesito ir con alguien y estas entorpeciendo mi caminata- Solte practicamente gruñendo y el muy..agh estupido tomo una de mis muñecas y me acerco a el, su aliento era insoportable, me daba nauseas. Forcejee desesperada para apartarlo de mi pero su agarre era muy fuerte y su respiracion rozaba mi cuello haciendome estremecer pero no de placer. -Suel-ta-me-

¿Por qué me miraban sus amigas y reían como tontas? Nunca llegue a comprender ese gesto de las mujeres. Podía significar tantas cosas que no tenía la certeza de afirmar nada. Todas reían excepto mi morena Dios, ya comenzaba a tratarla como si fuera mía. Esto estaba fuera de control Odiaba no saber por qué tantas risas, y porque esas miradas fugases hacia mí. Quizás estaban comentando sobre mi incómoda situación con tres ejemplares de sida andante, como yo las denominaba, en términos vulgares la descripción de las tres rubias era simple, putas. No era divertido tener que lidiar con esas tres chillonas, no dejaban de hablarme, estaba a punto de decir una barbaridad y mandarlas muy lejos, de una manera muy fea. Mi paciencia tenía límites, y aquellas… ‘’mujeres’’ la habían superado sin problema - Me aturden ¿Pueden parar? – Antes de que las mande a la mierda Lo pensé, y estaba a tan solo una palabra de pronunciarlo, pero no. Gracias al destino pude centrarme en otra escena poco agradable de ver.

Indigo ¿Con ese ebrio? Que poca clase. En ese momento se había esfumado toda atracción hacia ella, pues tenía que ser medio zorra para hablar con el ebrio del campamento. Por suerte todo fue una mala interpretación de mi parte. Llegue a ver como este individuo de poca clase intentaba a la fuerza estar con Indigo. No amigo, no lo harías si yo me encontraba cerca.

Me abrí paso entre las tres rubias, quienes me preguntaban a donde me dirigía. Como si les importara. Coloque mi mano sobre el hombro de dicho ebrio, apreté lo suficientemente fuerte para que este se retorciera un poco. Iba a matarlo, quería hacerlo pero sería un espectáculo para el resto, y hoy no quería ser el centro de atención - Tu única pareja será el barril de cerveza, asique te pido que te vayas ¿De acuerdo? ¿Fui claro? – Soné bastante frio, acto seguido simplemente lo solté, empujándolo, provocando que perdiera un poco la estabilidad. Con aquel gesto note su nivel de alcohol, con un buen golpe lo dejaría muerto en la arena. Pobre idiota. Ahora, con todas las distracciones fuera de juego, centre la atención en Indigo, quien no entendía nada - ¿Qué? ¿No puedo salvar a mi compañera de grupo? – Alce una ceja, sonriendo de lado con arrogancia.

Al parecer mi tono enojado no era ningun tipo de advertencia para el estupido borracho que me tenia agarrada, supongo que tanto alcohol en sangre ya habia anulado la capacidad de oir y de pensar con claridad si es que alguna vez habia poseido tal capacidad. Me senti extremadamente tentada a darle una patada en la zona baja y dejarlo tirado en el suelo quejandose a causa del dolor cuando intento, sin mucho exito, poner sus asquerosos labios en mi boca. "Gracias dios por darme tan buenos reflejos" pense en ese mismo instante mientras ladeaba mi rostro en la direccion contraria y mis ojos cafes trataban de pedirle ayuda silenciosa a alguna de mis amigas pero las muy perras estaban conversando animosamente y nisiquiera apartaban la mirada de su circulo.

Ya que nadie iba a venir en mi rescate no me queda otro remedio mas que el de librarme por mis propios medios, sabia que armaria un buen escandolo y eso me molestaba mucho porque lo que menos me apetecia era ser el centro de atencion y que luego comenzaran los cuchicheos sobre mi persona pero si volvia a sentir la respiracion de este tipo cerca de mi piel de nuevo iba a volverme loca y ponerme a gritar para romperle los timpanos. Cuando por fin habia armado un excelente plan para apartarlo David aparecio y puso una de sus bronceadas y grandes manos en el hombro del ebrio, este rapidamente se retorcio y aflojo un poco su sujeccion sobre mi muñeca, aproveche aquello para alejarme y frotar la misma, dolia un poco y mi piel estaba enrojecida, marcada por sus dedos pero todo perdio interes cuando la voz fria de Dave alcanzo mis oidos, me sorprendio bastante que se viera y oyera tan enojado pero debia admitir que por dentro salte de alegria porque se preocupaba por mi o al menos fingia bastante bien.

-Yo..um..gracias, supongo que te debo una..compañero-Logre responder unos escasos segundos mas tarde ya que su maldita sonrisa habia triturado un par de mis neuronas. Odiaba que fuera tan apuesto y me alterara tanto, no podia tranquilizarme cuando estaba cerca, era un manojo de nervios y me daba vergüenza, me cohibía y me era imposible apartar mis ojos de su rostro, especialmente de sus tentadores labios. -Antes que el llegara y comenzara a molestarme..iba a hablar contigo-Agregue como si fuera lo mas normal del mundo que quisiera que entabláramos una conversación, algunos de mi dedos alejaron un mechon oscuro de mi cabello que estaba a punto de entorpecerme la vision y luego observe mis pies como si fueran muy interesantes

El sujeto me miro luego de conseguir ponerse de pie nuevamente. Pensé que sería muy idiota y que iba a soltar algún insulto, ganándose un buen golpe en su cara sin necesidad de terminar de hablar. Incluso estaba apretando el puño con fuerza, solo imaginaba en verlo caer en la arena y con suerte dejar su nariz en malas condiciones. En vez de eso, el sujeto se fue con la poca dignidad que aun poseía. Idiotas, debían ser expulsados del campamento Pensé aunque en ese pensamientos también se formulo otro Si no mejoraba mi comportamiento también sería expulsado ¡Nah! Que me iban a expulsar, seguro el directo quería demostrar seriedad pero eran simples palabras, el respeto se gana con acciones como lo hizo el antiguo director. Lo vi retirarse, y pude regresar mi atención a Indigo. - Y una muy grande morena – Agregue cruzando mis brazos con un aire de superioridad. Estaba en deuda conmigo, no podía negarlo, sería un completo descaro.

No comprendí porque tardaba en responder, quizás mi acción de rebelde la había sorprendido ¿Y que esperaba de un jugador de futbol americano? Que lo único que sabía hacer es correr por todo el campo y tirar rivales sin piedad. Era una máquina para golpear, quizás por esa razón tenía la costumbre de ser algo bruto fuera de la cancha, algo que realmente jugaba en mi contra cuando de mujeres se trataba. Y bueno, algún defecto debo tener ¿No? - ¿Hablar conmigo? ¿Sobre qué? – Pregunte con un asombro reflejado en mi rostro. No esperaba esa confesión, y ahora podía atar algunos cabos sueltos. Quizás por eso sus amigas se reían tanto, intentaban animar a Indi para que hable conmigo, por eso también me miraban tanto. Eres todo un Sherlock, Dave Pensé con sarcasmo.

Sin darnos cuenta, el DJ ya había llegado, la música había tomado posesión de la fiesta y todo parecía ser más animado gracias a eso. Sonreí mirando a los demás comenzar a bailar, definitivamente el alcohol era muy elevado y ni siquiera había comenzado la verdadera diversión. Como todo el mundo sabía, podía ser bastante directo con las palabras y también con los actos. Lleve mis manos hasta tomar las manos de Indigo. Comencé a caminar hacia atrás, jalando de sus manos con las intenciones de llevarla a la pista de baile - Me cuentas después, ahora bailas conmigo – Guiñe un ojo, pequeño gesto que aumenta las posibilidades de obtener una aceptación.

El tono de superioridad que utilizo cuando me hablo, una vez que el idiota borracho se marcho para salvar su culo y algo de su integridad, hizo que instantaneamente arqueara una de mis oscuras cejas y que mis labios formaran una perfecta linea recta, todo en mi cara indicaba mi desagrado porque no queria deberle nada, mucho menos a alguien como el porque se aprovecharia de ello. -Tampoco es para tanto Rossi, antes que llegaras estaba a punto de dejarlo sin su compañero de juegos, una buena patada justo en el lugar correcto y problema resuelto- Exclame con mucha mas tranquilidad que hace un par de minutos atras a la ves que me encogia ligeramente de hombros para restarle importancia a su acto "heroico", aquel que habian presenciado practicamente todos los que estaban en la fiesta de bienvenida.

Me mantuve en silencio un buen rato porque no estaba exactamente segura de que podria decirle pero en algun momento debia hablar y dejar de parecer tan conmocionada por lo sucedido asi que inhale profundamente y solte lo primero que pasaba por mi mente para responder a su pregunta -Sobre..bueno..queria saber si podias ayudarme con unos..entrenamientos, planeo alistarme en el equipo femenino de futbol este año- El ya tenia experiencia con ese deporte en particular por el simple hecho de ser hombre, sin embargo, aun no estaba totalmente convencida de que pedirle unos consejos fuera una buena idea porque estariamos mas tiempo juntos y eso se traducia en mas tiempo de distraccion, de nervios sin sentido y la verdad era que realmente deseaba hacerlo bien y entrar al equipo incluso tomar el puesto de capitan que estaba vacante, si..era ambiciosa.

De repente la musica comenzo a sonar, eso indicaba que finalmente el dj se habia digando en aparecer. A nuestro alrededor la gran mayoria de los jovenes se pusieron a bailar al ritmo de la melodia pegajosa que se escuchaba y sonrei al ver como mis amigas hacian pasitos absurdos, era muy probable que el alcohol estuviera haciendo estragos en ellas pero por suerte yo poseia unos habitos mas..saludables, beber demasiado nunca habia sido mi fuerte ademas ¿que gracia podria encontrarle a no recordar nada del dia anterior?. Nuevamente David me sorprendio pero esta ves no fueron sus palabras las que causaron ese extraño efecto en mi sino sus movimientos, sin pedir siquiera permiso tomo mis manos y me arrastro hacia el centro de la pista de baile. -¿Tan seguro estas de que no voy a rechazarte?- Pregunte con curiosidad entretanto mis pasos me acercaban mas y mas a el, a su perfecto cuerpo. Intente no sentirme intimidada por su altura y sus musculos pero en comparacion era pequeña. Al principio mis extremidades estaban tiesas a causa de mi timidez pero con el correr de los segundos decidi centrarme unicamente en la musica y parecio surtir efecto porque mi cuerpo comenzo a cobrar vida, a moverse sensualmente al compaz de la cancion..

- ¿Te gusta el futbol? – Pregunte acercándome a ella ya que la música no ayudaba demasiado, seguramente no iba a escucharme si me mantenía alejado. OK, también era una buena excusa para acercarme a su cuerpo, a su calor - No sabía que te gustaba el futbol sino te invitaba a ver algunos partidos – Volví a hablar contra su oído, ladeando apenas la cabeza para poder llegar a rozar su piel con la punta de mi nariz. Tenía un perfume que me embriago de inmediato, me había encantado y no deseaba apartar mi rostro de su cuello, mucho menos despegarme de ella. Saber que le agradaba el futbol lo hacía más perfecta para mi, ya que necesitaba a alguien para poder vencer en la Play, incluso con quien debatir sobre los partidos. Si, tenía a mis amigos pero con Indigo seria todo diferente, siempre fue diferente estar con ella.

Entrelaza mis dedos con los suyos, alejándome a duras penas para comenzar a bailar al compás de la música. Era bastante movida, no era para aquellos con pies estáticos. Sonreí al ver como aceptaba mi baile ¿Cómo decirme que no? Mi jugada fue bastante increíble, no podía creer que había aceptado y ahora se encontraba bailando conmigo. Aproveche al tener nuestras manos unidas para darle algunas caricias tiernas con mis pulgares, eran muy casuales, no quería que se diera cuenta de mi atracción hacia ella, ni que pensara que estaba ligándola. Bueno, si estaba siendo coqueto pero no tenía malas intensiones con ella. Era la primera mujer con la que podía hablar sin problemas, divertirme, me agradaba aquella morena. Más de lo pensado y de lo esperado.

Pasaron unos minutos, extrañaba sentir su calor, y comenzaba a olvidarme de su agradable aroma. Libere sus manos para poseer sus caderas. De nuevo, tire de ella para apegarla a mi cuerpo, movernos juntos como si fuéramos uno solo. Nuestras frentes casi podían juntarse, para tener una idea de la cercanía. Si tan solo me diera un indicio (Y no hubiera tanta gente) sería capaz de robarle un beso, pero sabía que aquello podía arruinar todo. Contuve las ganas, disfrutando de la música. Entre risas y miradas, la hice girar, quedando mi torso pegado a su cuerpo ¡Dios! Que terrible tentación. Mis brazos envolvieron su cintura juntando mis manos justo en el centro de su abdomen. Incline la cabeza, ladeándola apenas para quedar a la altura de su oído - Y dicen que las populares bailan mejor que nadie. Qué gran mentira - Sonríe sin apartarme de ella.

-Si, mas que la mayoria de los otros deportes ¿te parece extraño?- Para algunas personas si lo era, se suponia que las chicas no estaban hechas para el futbol porque era un deporte de hombres o al menos estos se jactaban orgullosos de eso y menospreciaban los intentos de las mujeres por probarles y demostrarles lo contrario. Por mi parte siempre habia creido que no habia que etiquetar ciertas cosas para un determinado sexo, todos podiamos hacer cualquier cosa mientras estuviera dentro de nuestras posibilidades.

Su cercania me gustaba demasiado y eso me molestaba porque nunca antes habia reaccionado de este modo frente a alguien perteneciente al genero opuesto, solia ser mas reservada y en mi cuerpo no se llevaba a cabo ningun tipo de cambio pero ahora, al tener a Dave a unos escasos centimetros de mi, al sentir su calor emanando de su bronceada piel todas las sensaciones se incrementaban el doble, los latidos de mi corazon estabana acelerados, mi respiracion comenzaba a ser mas aspera y un pequeño escalofrio atravezaba mi columna vertebral mientras el hablaba cerca de uno de mis oidos, su aliento acariciaba una parte de mi cuello y erizaba los invisibles vellos que habitaban alli. -Ahora que lo sabes..puedes invitarme-Murmure sonriendole entretanto me imaginaba aquello, incluso prodriamos hablar sobre los partidos, hasta donde sabia ambos eramos fanaticos del mismo equipo.

Nuestros dedos se entrelazaron cuando se alejo de mi y aunque al instante extrañe su proximidad se sintio..correcto que nuestras palmas se tocaran, era como si mis manos pertenecieran a un solo lugar y ese mismo era entre las suyas. Debia admitir que para ser un chico se movia realmente bien, nuestros pequeños desplazamientos eran coordinados y seguiamos el ritmo de la musica como si hubieramos nacido para ello. Leves caricias le prodigaba a la piel de mis manos con sus pulgares y adore cada segundo antes de ser capaz de devolverle el gesto con la misma suavidad porque no queria ser muy obvia y echarlo todo a perder. Tras unos largos minutos Dave se aferro a mis caderas y acerco mi cuerpo a su esplendida figura, saboree lentamente cada uno de los roces que se creaban entre nuestros cuerpos a medida que balanceba mis caderas de un lado a otro o las hacia rodar despacio, con gracia.

Me incline un poco mas casi sin ser muy consciente de mi osadia, parecia que un hilo invisible estaba tirando de mi hacia delante para que pudiera llenar todo mi campo de vision con su rostro y ninguna otra cosa mas. Al hacerme girar su torso acabo pegado contra mi espalda, podia sentir cada uno de sus fornidos musculos, desprendia tanta masculinidad que termine sonrojandome. Las yemas de mis dedos se deslizaron por sus antebrazos mientras mi trasero presionaba un poco la zona de su entrepierna justamente cuando mi cuerpo se ondulo, impulsado por la melodia que el dj imponia. -¿Estas intentando halagarme?- Logre preguntar una milesima de segundo despues y antes que su respuesta alcanzara mis oidos el cielo se nublo para dar paso a la lluvia, esta no era muy intensa pero considerando lo cambiante que el clima nunca sabias que podria suceder.

Que le agrade el futbol era un punto a su favor ¿Qué mas tenia aquella morena que desconozca? Sentia que habia mas cosas agradables, las cuales aumentarían mi curiosidad y atracción hacia ella. No era de esperar escuchar de los labios de una mujer aceptar ver partidos de futbol, Casi siempre compartía ese momento con amigos, pues las mujeres preferían ver otra cosa, no comprendían las emociones de brindaba el futbol. Era una sensación increíble - Ok. Te llamare sin dudar… Sera interesante – Lo dije con doble sentido. El sentido sano era pensar compartir una actividad masculina con Indigo, algo nuevo para mí. La parte que la guarde en mi mente seria el simple hecho de saber que estaríamos solos, en mi habitación, con las tensiones a flor de piel. Podía suceder de todo si no sabíamos controlarnos. Sería peor para mi si la vea con la remera de nuestra equipo, hasta eso teníamos en común, amor hacia el mismo equipo.

Aleje las ideas sobre aquel futuro encuentro. Intente recordar cuándo comenzaría el nuevo torneo pero no lograba centrarme, mucho menos cuando la tuve de espaldas a mí, moviéndose contra mi cuerpo. Apreté un poco más el abrazo formado en su cintura, aquel gesto produjo que volviera a rozar mi entrepierna con su trasero. Mal movimiento, estaba jugando en mi contra. Tome aire, no quería ser un idiota de mente débil que solo pensaba en sexo. No quería ser ese tipo de sujeto si me encontraba con la compañía de Indigo. A su lado relucía mi mejor faceta, la de chico divertido y bromista. Cuando la música intentaba cambiar de melodía, a una lenta seguramente, un par de gotas comenzaron a caer sobre mis hombros - Oh no… - Murmure levantando la mirada, ganándome unas cuantas gotas en mi rostro, las que terminaron resbalando por mi cuello, perdiéndose en mi musculosa. Solté una pequeña risa, intentando limpiar las gotas de mi rostro. Como era de esperar, la gente comenzaba a irse. Quizás debía hacer lo mismo.

De nuevo tome su mano, y si, sentí la necesidad de entrelazar nuestros dedos - Creo que terminaremos nuestro baile en otro momento ¿De acuerdo? – Ya cuando finalice de hablar, la lluvia se hizo más fuerte. Ya no eran unas cuantas gotas sino ¡Demasiadas! Mis hombros ya estaban prácticamente empapados al igual que mis cabellos - Vamos, no quiero que te mojes – Comente sin darme cuenta de mis palabras. ¿Realmente había dicho aquello? Era evidente que me interesaba por su bienestar pero no tenia porque ser tan transparente. Siempre con las manos unidas, comenzó la corrida hasta nuestras cabañas. Al ser del mismo grupo teníamos las habitaciones cerca, asique podía disfrutar de su compañía hasta perderla. Solo me quedaban minutos, valla suerte la mia. A pesar de correr el agua igual nos humedecía la ropa y el cabello. Cuando llegamos a las cabañas, lejos de la lluvia era demasiado tarde, estábamos mojados. Solté una risa al verla intentar de acomodar sus cabellos - Te ves bien así – Guiñe un ojo, como lo hice al iniciar nuestra charla - Te acompaño hasta tu habitación ¿Cuál es? – Pregunte.

No hacia falta tener una coeficiente intelectual muy alto para darse cuenta que sus palabras poseian un doble sentido, lo extraño fue que en ves de sentirme amenazada, o que mi integridad fisica y mental corriera peligro por su comentario, me invadio una total y completa sensacion de felicidad. Al parecer no era la unica que se sentia afectada por tanta cercania, tal ves el estaba interesado en mi para algo mas que una simple amistad pero, de todas formas, sabia que no debia hacerme muchas ilusiones al respecto, conocia como se movian los engranajes de las mentes masculinas y lamentablemente los terminos compromiso y amor no estaban ubicados en la parte mas alta de la lista de prioridades. -Estare esperando..-Fue lo unico que fui capaz de susurrarle mientras nos moviamos despacio siguiendo la melodia alegre que sonaba de los buffers. Instantaneamente me di cuenta que habia destilado demasiado entusiasmo ante la idea de que vieramos un simple partido de futbol juntos. "O tal vez estas ahogandote dentro de un vaso de agua y el no se dio cuenta de nada Indigo"Argumento la vocesita interior que tanto conocia y que tantos dolores de cabeza me daba cuando se ponia a soltar solo comentarios negativos.

Mis parpados se cerraron por un momento mientras mi cuerpo se amoldaba a la perfeccion al suyo y me estremeci un poco cuando apreto su brazo sobre mi cintura para acercarme aun mas- pese a que parecia ser practicamente imposible que pudieramos estar mas cerca del otro-. La fragancia que emanaba su piel me rodeo y al inhalar y llenar mis pulmones de su esplendido olor provoco que una enorme sonrisa apareciera en mis finos labios y se mantuviera intacta por varios segundos. La musica cambio, sin previo aviso, a una melodia mas lenta mientras la lluvia comenzaba a caer sobre nuestras cabezas, mojandonos levemente al principio. Escuchar el lamento de Dave me hizo reir y luego copie su gesto para observar el cielo nublado y oscuro. -Es solo lluvia..-Mustie en un tono de voz muy suave al mismo tiempo que incoloras gotas de agua se deslizaban desde mi cara hasta mi cuello y mas alla, humedeciendo la tela de mi vestido coral.

No entendia porque la gente se marchaba tan deprisa, todo indicaba que solo yo era la unica que creia que la lluvia era uno de los fenomenos naturales mas hermosos que se podian ver e incluso disfrutar. Estaba a punto de mencionar algo al respecto cuando David tomo una de mis manos y entrelazo nuestros dedos, instantaneamente un millon de mariposas cobraron vida dentro de mi estomago a causa de ese simple toque- Pero..um..esta bien, bailaremos en otra ocasion-Logre decir justo cuando pensaba darme la vuelta para dar unos cuantos pasos en la direccion contraria y dirigirme a mi habitacion pero sus siguientes palabras me detuvieron y cuando cai en la cuenta de que habiamos empezado a correr hacia la zona de las habitaciones ya estabamos alli mismo. Nuestras ropas estaban empapadas y nuestros cabellos chorreaban agua pero fue gracioso verlo de esa manera, desprolijo y desarreglado, no se porque pero seguia siendo sexy. -Gracias, tu tambien, es la numero 012 y la tuya?-Quise saber con cierta curiosidad mientras sacaba la llave del bolsillo de mi campera de cuero

Su acepta me llamo mucho la atención, si bien era un hecho que aceptaría me agrado las palabras que uso, tome aquello como un reto, Indigo espera a que me atreviera. Claro que iba hacerlo, siempre cumplía mi palabra. Simplemente respondí con una sonrisa de lado, también retadora, solo el tiempo dirá quien tenía la razón y si Indigo realmente cumplía su palabra de aceptar mi petición. No me agradaba quedar plantado asique de suceder tal caso sería una completa desilusión, perdería toda la atracción que sentía hacia ella.

Se sentía extraño bailar con ella, y no extraño por desagradable sino todo lo contrario. Estaba cómodo, me sentía cómodo por más de que ciertos roces puedan estar comenzando a subir la temperatura de mi cuerpo, gracias a Dios que sabia como controlarme de lo contrario tendría un pequeño accidente dentro de mis pantalones. Si, uno muy vergonzoso y no era común en mí ser el centro de atención de una forma negativa, es decir, pasando la vergüenza de su vida. Lo más sorprendente era la reacción de mi compañera de baile, mis osados movimientos no eran menos para ella, sabia como manejar y también como actuar. Tengo que ser fuerte, superar la tentación Me repetía la voz de mi interior cada vez que la idea de besarla pasaba por mi mente. Si tan solo se tratara de alguien más lo abría hecho sin cuestionarme pero Indi era diferente. No podía explicarlo, simplemente lo sabía. Escuche su comentario, no iba a darle la razón por más de que la tuviera. Era una simple lluvia pero que mas daba, si me estaba tentando con solo un baile no quería imaginar lo que causaría en mi si llego a verla con toda su ropa húmeda, transparente dejando ver su ropa interior apenas, dejando mucho para la imaginación. OK basta. A pesar de su pequeño reproche continúe con la idea de retirarnos.

Tire mis cabellos hacia atrás, sintiendo como varias gotas lograban resbalar por mi cuello, cuando otras caían inevitablemente sobre mis hombros. Levante la remera hasta poder secar mi rostro. Cuando Indi dijo su habitación no lo creía, ¿Acaso éramos compañeros? Pero que bien, mi tentación iba a durar toda la noche, que gran obstáculo. Saque del bolsillo la llave de mi habitación con un elegante colgante con el 12 grabado - Sorpresa – Sonreí de lado. Quien lo diría, éramos compañeros… Interesante.

Caminamos juntos por los largos pasillos. La mayoría aun se encontraba fuera de sus habitaciones con la euforia de la fiesta a flor de piel. Según los rumores, este año no sería tan descontrolado como al anterior, el nuevo director era un sujeto amargado que solo quería… Ni idea de que quería. Estábamos en verano ¿Qué pretendía? Abrí la puerta de la habitación, dejando espacio para que Indigo pasara primero, un lindo gesto de todo un caballerito. Una vez dentro de la habitación, cerré la puerta con un simple empujón. Me dispuse a tomar una toalla para secar mis cabellos, incluso intente secar mi ropa, logrando ningún resultado positivo - Supongo que tus amigas deben estar buscándote – Dije después de un tiempo sin emitir sonido.

Ni en uno de mis mejores sueños me hubiera imaginado que me iria de la fiesta tomada de la mano con David, ni muchos menos que se ofreceria a acompañarme a mi habitacion luego de que nuestro excitante baile hubiera llegado a su fin por culpa de la lluvia. Quizas mis locas amigas tenian razon despues de todo y el mostraba, silenciosamente, cierto interes por mi aunque tambien podia ser solo imaginaciones mias, producidas unicamente por las ganas que tenia de que eso mismo sucediera, de que se hiciera realidad lo que ellas afirmaban con tanto fervor.

Todo mi interior estaba practicamente rogando que las emociones que el causaba dentro de mi fueran reciprocas pero nunca iba a saberlo si Rossi no hacia algun movimiento que lo delatara, que lo dejara al descubierto. "Puede que este esperando que tu le des una muestra de tu verdadero interes antes de dar el primer paso" Pense de repente, como si el interruptor que habitaba mi mente se hubiera encendido para darme alguna pista. De reojo observe a mi acompañante y sonrie un poco al ver como maniobraba su cabello largo que chorreaba agua sin parar, el mio tampoco estaba en sus mejores condiciones pero no me importaba parecer un perro mojado aunque si me esforce por quitar de mi rostro el sencillo maquillaje que habia colocado unas horas antes, no me apetecia en lo mas minimo parecer un koala por culpa del delineador y el rimel.

Observe embobada el pedazo de bronceada piel de su abdomen que dejo al descubierto cuando levanto su remera para poder secar su humedo rostro, al darme cuenta de que lo habia estado mirando fijamente y babeando como si nunca hubiera visto el cuerpo masculino en toda mi vida..me recompuse y carraspee a la vez que mis mejillas ardian vergonzosamente por mi comportamiento inapropiado. -Vas..a ser mi compañero de..habitacion- Susurre torpemente, recalcando lo obvio entretanto retomabamos el paso por los largos pasillos.

Cuando llegamos a la que seria nuestra habitacion, Dave abrio la puerta y me dejo pasar a mi primero. Ese gesto de caballerosidad no paso desapercibido y se lo demostre al brindarle una sonrisa amplia. Rapidamente me descalce y me deshice de mi chaqueta de cuero negra antes de sentarme en el borde de la cama que se encontraba ubicada justo contra la pared. -No creo, me vieron dejar la fogata contigo..- Respondi al cabo de unos segundos, con tranquilidad mientras buscaba su mirada. -Al parecer solo estamos tu y yo, no veo otra cama..por cierto ¿cual quieres usar?-

Mire a mi compañera aun sin poder creerlo ¿Acaso el destino pensaba ponerme a prueba? Debía aceptar que dicha prueba era bastante tentadora, saber que iba a verla muy a diario, estaba conviviendo con ella, compartiendo mi espacio. Al ser mi compañera podía descubrir más de Indigo, y ella de mí. Incluso podía interesarme más, llegar a agradarme demasiado ¿Eso era bueno? Siempre que fuera correspondido de lo contrario toda la buena onda del momento se iba a perder con el tiempo. Por el tono de sus palabras pode notar su asombro, ya éramos dos los que se llevaron una grata sorpresa. Simplemente sonreí, no tenia palabras para describir el momento y las sensaciones que surgían lentamente en mi interior.

Las cosas aun se encontraban en mi maleta, ni ganas tenia de acomodar todo de nuevo, planeaba pagarle a alguien para que lo haga. Quizás no sea una buena idea, en fin. Busque algún shorts y una musculosa, a pesar de la lluvia el ambiente se encontraba bastante sofocado, sobre todo porque la habitación permaneció con la ventana cerrada sin la posibilidad de que entrara un poco de viento fresco - Oh seguro se preguntaran que estaremos haciendo ahora – Comente con una sonrisa traviesa. Mis amigos seguramente se preguntaban lo mismo, no era complicado pensar que podríamos estar teniendo relaciones, todos aprovechaban el momento para hacerlo, incluso varios tomaron la fiesta para poder conseguir compañía nocturna. Como nadie hubiera esperado no era nuestro caso. No comprendía porque pero no me acerque a Indigo con esas intensiones, fue extraño, me interesaba pero no para una simple aventura entre sabanas - Iré a cambiarme, espero que no te moleste, usare el baño – Dije antes de escapar de su mirada, ocultándome en el pequeño baño. No me llevo más de 10 minutos terminar de secar mis cabellos y dejar la ropa mojada en el suelo sustituyéndola por ropa limpia y cómoda para dormir.

Sali del baño para tumbarme en la cama boca arriba, con la mirada fija en el techo. Cerré los ojos para repasar las escenas del día: Primero la práctica que tanto amaba, luego fui secuestrado y obligado a ir a esa fiesta –Lo cual agradecía en lo más profundo de mi ser- Y por ultimo este encuentro con mi nueva compañera de habitación. Valla forma de emprender mi segundo año en el campamente, motiva bastante para seguir adelante con mi día a día, por supuesto, con la convivencia con Indigo. El repaso de mi día fue genial, muchas cosas para recordar. Gire la cabeza para encontrarme de nuevo con la figura de mi compañera, y pensar que ahora sería lo primero y lo último que vería en el día - Que tengas buenas noches, Indigo – Sentencia con una tierna sonrisa.