Aula de instrumentos (Madisson O' Connell)

Caminé con mucha calma por el jardín, con una caja grande en mis brazos de camino a la cocina, donde tenía que ir. A pesar de que ya era el segundo año que trabajaba en el campamento seguía haciendo los mandados de una inexperta, como llevando y trayendo esas cajas vacías para la basura. Ni modo, el deber era el deber.

Una vez que dejé las cosas en su lugar, me coloqué mi delantal para ayudar a Mike con la cena y así lo hice, con buen humor y además conversando con él. Entre los dos y los demás empleados todo estaba listo, mi trabajo había terminado por esa tarde y me retiré.

El día estaba genial, y antes que dirigirme a mi cuarto me apetecía tocar esa hermosa guitarra que había visto en la mañana en el aula de música. Solo esperaba que estuviera abierta y que aquél instrumento siguiera en su lugar. Me apresuré para llegar y me extrañé de lo desolado que estaban los pasillos pero resultaba lógico que así fuera ya que los campistas apenas estaban llegando. Estaba ansiosa de conocer a los nuevos este año, pero aún más ansiosa de ver a los del año pasado que hacía tiempo que no sabía de ellos. Ya me había encontrado con Camille, Indigo, David y Haydée pero aún así quedaba una lista larga de más amigos.

Una melodía alcanzó mis oídos y me detuve un momento para saber de dónde provenía. Un piano sonaba con rapidez, serenidad y ritmo, de un estilo diferente a como tocaba Elisse o cualquier otro músico que había conocido antes. Curiosa seguí mi camino, atinando que venía del aula de música. Llegué a la puerta que estaba entre abierta y me asomé para ver a un hombre sentado frente al piano que ya hacía años que estaba en St. Charles. Tocaba genial aquella pieza desconocida para mi, con una gracia y sus dedos parecían tener ritmo propio. No había nada mejor que conocer a un gran músico y a él no lo había visto antes.

Esperé a que terminara de tocar para por fin acercarme y ponerme a su vista. Era asiático y estaba segura de que era nueva, yo conocía a todos los músicos de ese campamento y él no estaba dentro de mi lista. Sonreí e hice una mueca, demostrando que estaba encantada con lo que acababa de escuchar. - Eso fue excelente.- le dije desviando mi mirada por un momento a las teclas de piano. Fue entonces cuando noté a su lado una maleta vieja, lo cual me daba razón a lo que había pesando antes. - Veo que eres nuevo. Es un placer, soy Maddie.- no esperé más para presentarme, él era un músico como yo, teníamos mucho en común.

Off. PERDON LA DEMORAA!! Me quedé unos días sin internet u.u