I don't know why, i can't keep my eyes off of you

Los rayos de luz solar que se filtraban por la ventana se clavaron en mi rostro y logre salir de mi sueño reparador, al principio estaba medio desorientada pero rápidamente fui capaz de recordar que me encontraba en el campamento; al sentarme en el borde de la cama el mullido colchón que soportaba mi peso se hundió un poco y traslade mi mirada café hacia donde se suponía que debía estar David descansando plácidamente pero su cama estaba vacía, sus sabanas revueltas, como si se hubiera tenido que salir a toda velocidad. Algo me decía que el motivo de su prisa había sido alguno de sus entrenamientos pero tal ves estaba equivocada y tenia otro compromiso.
Mientras apartaba aquellos pensamientos de mi mente me desperece y tome alguna de mis ropas para cambiarme luego de darme una buena ducha. El agua estaba un poco fría pero me la apañe para disfrutarla de todos modos. Minutos mas tarde estaba frente al espejo vestida únicamente con ropa interior mientras deslizaba un cepillo de hebras finas por mi oscuro cabello, tras desenredarlo completamente me calce unas cómodas zapatillas y cubrí el resto de mi cuerpo con una falda de jean y una musculosa con escote en v de color azul.
Deambule por la habitación en silencio, acomodando las cosas que encontraba fuera de lugar a mi paso, incluso hice la cama de Dave sin que fuera mi obligación. Cuando comencé a limpiar la mesita de luz que estaba a un costado halle una pequeña nota, por la caligrafía era obvio que le pertenecía a un hombre y el único que podía haberla escrito era mi compañero de cuarto. Lentamente la abrí, una extraña sensación invadiéndome por dentro conforme leía lo que contenía el papel. Instantáneamente una enorme sonrisa apareció en mis labios, una que iba en extencion incluso y observe el reloj que estaba colgado en una de las paredes, no faltaba mucho tiempo para que el me viniera a buscar para nuestra cita.

Luego de varios debates mentales y con mis amigos, decidí invitar a mi compañera de dormitorio a una cita. Si, era una cita oficial… Puede que aquel acto deje en evidencia mi obvio interés hacia ella, esto era más que un simple rollo, ella no era como las demás, producía sensaciones únicas en mi ¿Cómo etiquetarla como otra del montón? Si con solo mirarla o escuchar su nombre formaba leves cosquilleos en mi interior. Bastante cursi y tonto, lo sé pero era la realidad, mi realidad con Indigo. Aquella mañana me levante temprano, algo extraño en mí. ¿El motivo? Quería sorprender a mi compañera, quería algo simple pero significativo. Quizás en el cine podía aprovechar para sacar información, no quería fracasar en mi primer obsequio. Recorrí todo el centro sin encontrar nada indicado, un total fracaso. Para peor, debía volver antes de que fuera demasiado tarde para la cita.

Como no podía llegar sin nada, decidí por lo clásico, los primeros métodos para enamorar a una chica. Una simple rosa, solo que la mía era blanca, para marcar diferencia. Los detalles importaban y mucho. Al llegar al campamento, fui directamente a mi habitación, no quería que nadie me viera con el pequeño presente para mi compañera, de lo contrario ya comenzarían tontos rumores. No deseaba hacer mal las cosas, no con Indigo.

Abrí la puerta, ocultando la rosa detrás de mi espalda. Sonríe al verla parada, siempre tan hermosa, tan perfecta – Hola dormilona – Comente bromeando como siempre – ¿Leíste la nota? – Pregunte cerrando la puerta para mas privacidad. Odiaba a los chismosos del campamento. Tome un poco de aire para luego extender mi brazo con la pequeña rosa tomada en mi mano. Curve una sonrisa de lado, intentando no evidenciar algunos nervios. Puede que será muy osado, quizás no le agrade. Estaba por averiguarlo – ¿Lista para irnos? – Pregunte finalmente, mas ansioso que de costumbre.

Como no queria hacer esperar a David cuando viniera a buscarme para ir al cine termine de retocarme, no me gustaba abusar del maquillaje en ninguna ocasion asi que me pinte de una manera muy sencilla, destacando mis labios con un brillo suave y colocando una sombra tornasolada en mis parpados. Tome unos pequeños aros de plata de mi caja de alahajas y me los puse cuidadosamente en las orejas en el preciso instante que oi abrir la puerta de entrada. No quise darme la vuelta muy rapido porque pareceria desesperada asi que opte por hacerlo lentamente. Nuestras miradas se encontraron cuando lo enfrente y mi corazon comenzo a bombear sangre mas rapido, un centenar de mariposas invadiendo mi estomago mientras fijaba mis ojos color miel en su tentadora boca, en la forma en que estos se curvaban para dejar entrever aquella sonrisa matadora que siempre debilitaba mis rodillas.

Su postura me resultaba un poco extraña ya que habia colocado sus fornidos brazos detras de su espalda y eso no era habitual en el. ¿Que era lo que mantenia escondido de mi? pense sin previo aviso a la vez que intentaba no fruncir mi entrecejo ni interrogarlo para quitarme las dudas que me azotaban. El modo en que me hablo me hizo sonrojar un poco pero me hice la tonta y le devolvi la sonrisa antes de dar unos torpes pasos en su direccion - Hola madrugador, si..hace un rato la encontre- Si no me hubiera puesto a acomodar como una verdadera maniatica del control muy posiblemente ni me hubiera enterado de que habia dejado una nota para mi.

Un breve silencio nos envolvio antes que extendiera su brazo para darme una solitaria rosa blanca, cualquiera hubiera pagado para ver mi cara estupefacta pero me recompuse en un abrir y cerrar de ojos para luego tomarla, rozando su mano tiernamente durante el proceso. - Gracias, es..realmente..hermosa..- Balbucee en voz baja y ante su siguiente pregunta asenti con un ligero movimiento de cabeza. -Solo dejame ponerla en un florero con agua y podremos salir- Me movi hacia una pequeña mesa que estaba en un rincon y coloque la rosa dentro del florero de vidrio que estaba ubicado exactamente en el centro, despues me ergui y me detuve a su lado para que pudieramos salir de una ves y dar comienzo a la cita.

- Sabes que no necesitas prepararte demasiado, estas bien así – Hable como si fuera un cumplido. Odiaba que las mujeres se tardaran horas para verse mejor cuando estabas perfectas. Esperaba que Indigo no fuera como aquellas mujeres, se mostraban tan superficiales que perdían el encanto. Cosa que Indigo no había perdido todavía, seguía encantado con ella y con su forma de comportarse. Por el pasar de los días fuimos ganando confianza, todo gracias a la diaria convivencia al ser compañeros de cuarto. Aquello era un punto a mi favor, debía sacar provecho de ello. Sonreí cuando tomo la rosa, al parecer fue un gesto bastante perfecto como para ser verdad. Me quede en silencio, parado junto a la puerta esperando para poder irnos. Normalmente estaría inquieto pero oculte mi entusiasmo para no parecer un niño pequeño. Al verla acercarse, supuse que era hora de marcharnos. Sonreí ampliamente, abriendo la puerta para que Indigo saliera primero. Una vez fuera de la habitación, la cerré con la llave, de esta forma ambos estaríamos tranquilos.

Antes de comenzar a caminar por los pasillos, tome a Indigo de la mano. Si, otro movimiento tan directo ¿Qué pasa por mi mente? Si la chica salía corriendo ya sabría porque lo hacía. Sus manos eran tan suaves, como la vez que bailamos y roce su cuerpo lentamente contra el mío.

Llegamos a la entrada donde tuvimos que esperar hasta que un taxi tuvo la decencia de detenerse. Ambos entramos y comenzamos un corto viaje hasta el centro de la cuidad. Deje mi brazo recostado sobre el enorme asiento trasero del coche, pasando por detrás de la cabeza de mi compañera - Películas de romance no me gustan, asique ya tienes una idea de que vamos a ver – Comente luego de estar un rato en silencio, simplemente disfrutando de sentir cerca de mí. A los pocos minutos llegamos, pague los servicios del viaje y ambos pudimos concentrarnos en la enorme cartelera del cine. Había de todo un poco, aunque las películas de romance no estaban entre las opciones - Esa parece buena – Señale con mi dedo, por el titulo supuse que era comedia, o algo de eso - ¿Qué dices? –

Al llegar a su lado Dave abrio la puerta, dejandome pasar a mi primero, aquello fue otro claro gesto caballeroso por su parte que me hizo sonreir mientras traspasaba el umbral. Me frene en seco para esperarlo mientras cerraba con llave la puerta y cuando se suponia que comenzariamos a caminar uno al lado del otro el me sorprendio nuevamente al tomar una de mis manos y entrelazar nuestros dedos. El contacto de nuestras pieles me arranco otra timida sonrisa y mi palma cosquilleo de una manera extremadamente agradable, no entendia como una accion tan simple y cotidiana podia hacerme sentir tan bien pero no iba a pensar mas en eso, seria una perdida de tiempo tratar de buscar respuestas que quizas no existian. Lo mejor que podia hacer era disfrutar del momento, de su compañia y rogar porque la tarde no se pasara volando en un abrir y cerrar de ojos.

Emprendimos el paso nuevamente, los pasillos estaban practicamente desiertos mientras los cruzabamos, cualquiera que no nos conociera pensaria que eramos una pareja que habia decidido pasar un tiempo juntos lejos de todos los demas. A unos pocos metros pude vislumbrar las puertas de la entrada al campamento, esas que tambien servian para salir de el. Como el pueblo estaba bastante alejado teniamos que tomar un taxi, David lo paro luego de varios intentos fallidos y nos metidos en su interior conforme el le daba indicaciones al conductor para que pudieramos llegar sin problemas a nuestro destino.

Su brazo paso por detras de mi cabeza asi que aproveche para apoyarla en el antes de ladear un poco mi rostro en su direccion para que nuestros ojos se encontraran mientras lo oia hablarme. -Suponia que me dirias algo como eso, ¿te parece bien una comedia o una pelicula de terror?- Pregunte justamente en el instante en que el taxi se estaciono, ambos bajamos de aquel automovil y fijamos con atencion nuestra vista en la enorme cartelera que cubria todo el frente. -Um..no lo se, ¿no parece mejor esa?, al menos por la imagen parece valer la pena- Termine diciendo cuando aparte la mirada para buscar su aprobacion.

En el viaje pude sentir la comodidad de Indigo, tanto fue así que lentamente se dejo caer contra mí. Escondí una pequeña sonrisa, girando la cabeza para mirar hacia la ventana que estaba de mi lado. Me agradaba tenerla cerca, sentirla contra mí, su calor, su perfume, todo de ella. Ambos parados frente a la enorme cartelera. Desvié la mirada hacia la película que Indigo prefería, no parecía ser mala, por lo menos la imagen daba una buena impresión, solo esperaba que valiera la pena - Ok, me agrada mas la de terror – Opine ya cerrando nuestra decisión. Veríamos aquella película de miedo por tener una buena portada. Ya con una decisión, ambos fuimos a sacar los tickets. Para mi asombro, no había demasiadas personas, eso era bueno… Odiaba ir al cine y chocarme con demasiadas personas, era muy molesto.

Nos tomo tan solo unos minutos conseguir las entradas, y demoramos otros minutos hasta llegar a la sala correspondiente. Por suerte no había demasiadas personas, eso me agrado bastante. Nuevamente tome la mano de Indigo para llevarla al mejor sitio de la sala, casi en la última fila, en los asientos del centro. Sin dudas los mejores asientos, lejos del pequeño grupo de personas que estaban sentadas varias filas más adelante. La enorme pantalla aun estaba apagada, lo que significaba que tenía algún tiempo para comprar algunos dulces y bebidas, no iba a estar viendo la película sin comida - ¿Quieres algo para comer? – Pregunte girando la cabeza para mirarla. Yo ya tenía mi menú perfectamente armado en la cabeza. Una botella de gaseosa con un poco de pochoclos con mucho caramelo. Una completa delicia. Aguarde hasta que Indi me dijo lo que quería, una vez que hablo pude retirarme en paz y con un caminar algo apurado, realmente no quería perderme el comienzo de la película sino no entendería nada.

Comprar las cosas me robo demasiado tiempo, más de lo esperado. Asique al regresar, mi paso fue un poco mas apurado, prácticamente se podía decir que andaba corriendo por los pasillos - Dime que aun no comienza – Hable una vez que estuve de nuevo en mi asiento. Tome mi lugar al lado de Indigo observando la enorme pantalla del cine, por suerte solo eran los tráiler de las películas por estrenar. No me había perdido gran cosa - Aquí tienes gorda – Dije con un tono bromista, no deseaba enfadar a mi compañera, solo divertirla.

David estuvo de acuerdo en que vieramos la pelicula de terror que habia propuesto asi que no tuvimos que ponernos a luchar para ver quien ganaba la discusion y obetenia asi el gran lujo de elegir lo que veriamos dentro de la sala de cine ne breve. Con paso tranquilo nos trasladamos hacia la boleteria para pedir nuestras respectivas entradas para asistir a la funcion, no me parecia justo que el pagara todo asi que adelantandome a sus movimientos, saque mi billetera de mi pequeño bolso y le pague al empleado que estaba detras del mostrador los dos tickets. Mi accionar provoco que mi compañero de cuarto me fulminara con sus ojos verdes pero no le hice caso y simplemente le brinde una de mis mayores sonrisas, una de esas que dejaban entrever dos hileras de blanquecinos y rectos dientes.

Recorrimos con calma y en silencio el pasillo que nos llevaria a nuestra sala, como no habian muchas personas podiamos caminar sin problema alguno y no debiamos preocuparnos por una distraccion que terminaria en un choque desagradable o caida. Ya en la sala Dave tomo mi mano para guiarme delicadamente hacia los que serian nuestros asientos durante el transcurso de la pelicula de terror. Luego de sentarnos mi mirada vagueo por el lugar, tratando de contar a la diminuta multitud que estaba presente, era realmente beneficioso para nosotros que la misma fuera tan escasa porque siempre que se llenaba el bullicio era insoportable y acababa poniendome de malas que la gente interrumpiera la proyeccion sin siquiera pensar en los demas. -Unos pochoclos acompañados de una gaseosa no estarian nada mal..-Susurre suavemente mientras las luces comenzaban a bajar de intensidad, sumiendo a la sala en la oscuridad tan caracteristica de los cines. Al Rossi marcharse para comprar algo de comida me acomodo en mi asiento y observe como la pantalla empezaba a extenderse, a los pocos segundos esta se ilumino, dando comienzo a los que serian los trailers.

Minutos mas tarde, unos cuantos de hecho, David aparecio y no dudo en sentarse a mi lado, se lo veia agitado, suponia que esto se debia a que practicamente habia corrido hacia aca por miedo a perderse el comienzo. -Aun no pero no creo que falte mucho- Respondi con un hilo de voz mientras devoraba con mis mirada el tarro de pochocolos, si bien no estaba hambrienta..era una tarea imposible resistirme a las cosas dulces, mas aun cuando los tenia al alcance de mi mano. El lo noto y se burlo de mi pero en vez de hacerme enojar acabe riendo mientras tomaba un puñado de pochoclos y me los llevaba a la boca para luego masticar sin verme como una autentica cerda, mis modales estaban intactos. Una de las tantas cosas que me habian enseñado mis padres. -Te sugiero que tu tambien comas porque es probable que pronto ya no quede mas-

Un descuido mío me costó dos tickets. Indigo se había apresurado para poder pagar ¿En qué pensaba? La dama jamás tenía que pagar por nada, gracias a su gesto se gano una de mis lindas miradas frías, quizás al término de la película le diría algo poco amigable… Si es que lo recordaba. Al final de cuenta, una vez que estuve sentado me olvide de todo el asunto, estaba más concentrado en tenerla a mi lado, a tan solo unos centímetros de mi. Calma, David… No tenia que parecer un desesperado aunque así lo sintiera. Puse la enorme cantidad de pochoclos sobre sus piernas, seguramente alcanzaría para ambos o esa era la idea. Con mi mano, tome una buena cantidad, y con la otra fui llevando la comida hasta mi boca. Nada mal, tenían mucho caramelo, tal y como me gustaba - ¿Pronto? Tienen que durar toda la película - Comente con una sonrisa en mis labios. Gire apenas la cabeza para quedar mirándola. Era tan hermosa, perfección de mujer en todos los sentidos. Lamentablemente tuve que desviar la mirada hacia la pantalla, si Indigo se daba cuenta de mis constantes observaciones puede que llegara a sentirse incomoda, lo que significaría arruinar la cita y la futura relación de compañeros de cuarto.

Me acomode en el asiento, prácticamente me encontraba tirado, con la cabeza recostada en el respaldo y mis piernas estiradas hasta donde podían pues tenía la fila de adelanta, evitando que pudiera estirarme más. Mi mano regreso a los pochoclos para tomar otra buena cantidad. Podía jurar que fue inconsciente el pequeño choque que tuve con su mano. Casi parecía de película. Curve mis labios sin hacer comentario alguno sobre el diminuto contacto, simplemente lo disfrute en silencio. La película ya había comenzado pero era bastante aburrida. Y ni hablar del supuesto fantasma (O lo que fuera), mi madre por las mañanas daba más miedo. ¿Qué mas podía hacer en una película aburrida? Solo molestar, y como Indigo estaba a mi lado… Sera mi víctima.

- Tienes un pésimo gusto – Murmure muy cerca de su oído. Estaba en el cine asique no podía gritar con toda la libertad del mundo, sin mencionar que era una buena escusa para acercarme, estar cerca para robar algún roce de su piel contra la mía. Me mantuve con la cabeza inclinada hacia ella, sin romper la cercanía entre ambos. Para no perder mis hábitos, arrebate de sus brazos la bolsa con los pochoclos. Una sonrisa traviesa apareció en mi rostro por aquel gesto infantil y algo mezquino - Acabas de perder la bolsa. No voy a darte nada – Una amenaza algo tonta pero divertida.

En silencio comimos los pochoclos mientras observabamos con atencion como se proyectaban los trailers en la pantalla que teniamos frente a nosotros. Cuando estos acabaron dio comienzo la pelicula de terror y la gente que nos acompañaba dejo de hablar para fijar su entera atencion en las imagenes que aparecian y desaparecian. Desde el comienzo la trama no daba mucho que hablar pero deduje que tal vez se pondria mejor a medida que fuera corriendo el tiempo, solo era cuestion de esperar un poco, lamentablemente ser paciente no era una de mis cualidades.

-Si no agarras tanto..durara lo que quede de la pelicula- Argumente en un tono sumamente burlon antes de echarme a reir. Coloque otro puñado de pochoclos en mi mano y con la que tenia libre fui tomandolos de a uno o dos incluso para llevarlos a mi boca y finalmente digerirlos. Por momentos sentia que David estaba mirandome pero no queria encontrarme con su mirada, eso me haria sonrojar como una estupida ademas de hacer el ridiculo, aunque pensandolo bien las posibilidades de que lograra apreciar el tono intenso que tendrian mis mejillas en ese momento serian muy escasas gracias a la oscuridad que todavia nos rodearia.

Por el rabillo del ojo lo observe, incluso de perfil se veia hermoso, tuve que aferrar mis manos a los respaldos de mi butaca-una vez que termine de comer- para no deslizarlas sobre el y acariciarlo, lo ultimo que queria era escandalizarlo asi que mantuve mis pensamientos a raya y trate de concentrarme nuevamente en la filmacion. El "fantasma" daba menos miedo que un bebe con un berrinche y los actores eran malisimos, menos creibles, sus expresiones parecian todas las mismas. Quise abofetearme por la eleccion que habia hecho pero ya no habia vuelta atras y debia mantener mi orgullo hasta al final, alguna cosa buena debia de tener ¿no?.

El susurro de Dave cerca de mi oido me hizo estremecer pero fingi bastante bien la reaccion conforme mis labios se curvaban, segundos despues ladee mi rostro, enfrentandolo y quedamos muy cerca, solo centimetros nos separaban y sucumbir a la tentacion era tan grande, si tan solo me inclinaba un poco mas podria rozar mi boca con la ajena y disfrutar de su sabor. - ¿Seguirias afirmando eso mismo si te digo que me gustas?- Pregunte de repente, inyectandole a mi tono de voz la cantidad justa de burla y coqueteo mientras acortaba las distancias entre nosotros y justo en ese momento me robo la bolsa de pochoclos que se hallaba sobre mis piernas pero ni me importo, coloque la palma de mi mano en su nuca, atrayendolo aun mas a mi y toque sus labios con los mios muy despacio, pequeños roces que amenazaban con hacer añicos mi control; cuando eso ya no fue suficiente obligue a su boca abrirse para invadir con mi lengua su calido interior y degustarlo. Mientras tanto mi otra mano aprovecho para quitarle la bolsa y una vez en mi poder logre separarme, a reñadientes pero separarme al fin. -¿Nunca te dijeron que hablas demasiado? no veo que tengas la bolsa ahora Rossi..-

Rodé mis ojos ante sus palabras. ¿Acaso era el único que estaba comiendo de mas? Creo que no, tampoco dejaría que Indigo se limpiara las manos. Negué con la cabeza, tirando dos o tres pochoclos hacia la dirección de la chica. Un gesto bastante infantil - ¿Perdón? Como si tus manitos tomaran solo uno a la vez – Dije. Podía pelear sin problema, no iba a guardar mis comentarios al respecto, ni que fuera una pelea real, ambos éramos unos niños cuando lo queríamos y este era uno de los momentos inmaduros divertidos de recordar. Como si no fuera mucho mis palabras, pique su costado con mi dedo índice con el fin de causarle cosquillas. Era bastante normal que las personas tuvieran cosquillas en aquella zona, asique no desperdicie la oportunidad, la tenía muy cerca ¿Acaso tenía algún motivo para no hacerlo? Creo que no. Tampoco aleje mi mano de sus costillas, un movimiento en falso e Indi sufriría un ataque de cosquillas.

De vez en cuando atrape miradas fugases de Indigo hacia mí. No iba a esconder las sonrisas que me provocaba saber que la atención de la chica estaba centrada en mi. ¿Un pensamiento algo arrogante? Quizás pero no quitaba la veracidad del hecho.

Cuando deje de susurrarle cosas a Indigo, ella reacciono girando hacia mí. No medí la distancia y quedamos demasiado cerca. La tentación se estaba apoderando de la situación, sentía que era incapaz de resistirme. Quería besarla, lo deseaba… Incluso estaba esperando el momento para hacerlo. Era un hecho, sus labios tocarían los míos. A continuación, luego de oírla, me dejo completamente en shock. ¿Acaso había escuchando bien? ¿Estaba entendiendo sus palabras? Todo esto era una confesión inesperada para mí, jamás pensé que sucedería. Me atrapo sin defensa. Indigo tomo las riendas de la situación, acortando la diminuta distancia para terminar besándome. Parecía que sabía lo que quería, era lo que el momento precisaba. Fue ese gesto el que me hizo reaccionar. Mis labios se movían sobre los de ella, de manera lenta, disfrutando de su sabor. Le di acceso a mi boca, llegue a tener un leve contacto con su lengua. Se sentía extraño, sentía la sensación de cosquilleo en mi estomago. Ni siquiera me preocupe por perder el poder de la bolsa de pochoclos, los labios de Indigo eran más deliciosos que cualquier dulce.

Sonreí de lado, ahora siendo yo quien la besara de la misma manera. Primero besos cortos e inocentes, como dos adolecentes inexpertos. La mano más próxima a su cuerpo comenzó a acariciarla, siempre con lentitud sin perder la cordura, el lugar no me lo permitía, tampoco quería espantar a mi morena. Ni me importaba la película, mi atención estaba sobre Indigo. Por falta de aire tuve que alejarme, lo necesario para retomar el aliento. Lleve mi mano hasta la suya, tomándola para comenzar a jugar con sus dedos. No existan palabras, toda la situación era bastante clara ¿Para qué mentir o fingir? Me gustaba Indigo - ¿Nunca te dijeron que besos tan bien es un delito? Aunque… Puedes mejorar, necesitas practica – Guiñe un ojo de forma coqueta. Estaba entregado a ella, quede algo en evidencia por aquella indirecta. Acalle sus próximas palabras en el momento justo. Una simple unidos, necesitaba acostumbrarme a las nuevas sensaciones porque después de esta salida las cosas no serian iguales.

La textura de sus apetecibles y perfectos labios era demasiado suave contra mi boca y de repente un agradable cosquilleo atravezo mi columna vertebral a medida que los besos fueron cambiando, estos pasaron de cortos e inocentes a unos roces mas intensos, mas continuos porque todo indicaba que no era suficiente para ninguno de los dos el leve contacto que habiamos impuesto al principio. Una de sus fuertes manos, aquella que se encontraba mas cercana a mi cuerpo comenzo a acariciarme de manera reverante, una caricia tan lenta que logro erizar cada imperceptible bello que cubria mi piel y acabe, casi sin darme cuenta, suspirando muy bajo, con mi sonrojado rostro a escasos centimetros del suyo entretanto obligaba a mis pulmones a obtener un poco de aire.

Me alente a mirarlo, al menos, a echar un diminuto vistazo en su direccion y lo que vislumbre en sus ojos color avellana me dejo sin aliento por un par de segundos, su belleza no tenia limites, cada rasgo que poseia era hermoso y todos en su conjunto le daban vida a un ser que parecia irreal, fuera de este mundo.

Continuamos asi, observandonos como si fuera la primera vez y sin preguntar siquiera David tomo mi mano para que nuestros dedos se entrelazaran, luego jugo con ellos como si cada uno le perteneciera exclusivamente a el. Sus siguientes palabras me hicieron sonreir y al mismo tiempo encendieron rincones de mi alma que habian estado dormidos, sensaciones que nadie habia logrado avivar en mi interior. Quise hablarle, quise decirle que sus besos eran una potente droga y que no tenia ganas de apartarme mas pero el me acallo con su maliciosa boca y no tuve la fuerza suficiente para rechazarlo. Mis labios se entreabrieron para el, dandole la bienvenida mientras rodeaba su cuello con mis brazos y pegaba mi pecho a su duro torso. La pelicula estaba olvidada, era lo ultimo que pasaba por mi cabeza ya que el calor y el delicioso sabor que desprendia me estaba embriagando, debilitando poco a poco mi control. -No hay nadie que quiera enseñarme pero si tu te postulas..podria empezar la practica ahora- Mustie sin aliento cuando me digne a separarme

Parecía toda una fantasía. De un momento a otro estaba besando los labios de la morena que vivía día a día en mi mente. No comprendí el motivo, solo aceptaba que me agrada aunque ahora, luego de sentir sus labios tenía que reconocer que no era una simple atracción física. Todo su ser parecía perfecto para mi, cada rasgo y cada gusto se complementaba con los míos. No creía el dicho popular que decía: Todos tienen un alma gemela. Tras conocer a Indigo comencé a creer más en ello y me resultaba casi imposible no pensar que era ella la mujer indicada para mí. Estúpidos asientos que eran muy incómodos para el momento. Quería abrazarla, tenerla contra mi cuerpo reviviendo la vez que estuvimos bailando pero no podía. Era sumamente fastidioso querer acercarme y terminar golpeado por el apoya brazos. A pesar de estar frustrado, sonreí en pleno beso —No puedo acercarme – Me queje soltando una risa suave, para no llamar la atención del resto de la gente presente en la sala.

Ahora odiaba más que nunca a los presentes, solo esperaba que ningún curioso este prestando atención a nuestro beso. Cosa que no sería muy extraño dada la situación mala de la película. Tras separarnos, Indigo hablo siguiendo con mi pequeño juego de palabras. La sonrisa que apareció en mis labios fue de pura picardía. Oírla me había tentado más de lo esperado ¿Cómo podía regresarme mi juego de palabras? ¡Dios! Que sexy era imaginar las cosas que podíamos llegar.

Me mostro algo dubitativo, obviamente que mi acción era fingida. Intente sonar lo más convincente posible — ¿Quieres que sea tu profesor? – Mantuve la sonrisa picara en mis labios. La cercanía era evidente pero aun así nos tomamos los centímetros necesarios para hablar, o mejor dicho ¿Coquetear? Linda forma de hacerlo —Ya que pagaste las entradas para nada ¿Te gustaría ir a comer algo? Digamos… ¿Una pizza? – Para asegurar su aceptación, bese sus labios de manera lenta.

El momento parecia tan irreal, aun no podia creer que realmente estuviera besando a David y mucho menos que el me correspondiera con tanto fervor y dulzura. Mientras nuestros labios se movian sincronizadamente de un lado a otro me incline hacia delante un poco mas con el fin de prolongar el contacto, para hacerlo eterno pese a que sabia bien que lograrlo seria una tarea imposible. Uno de los apoyabrazos de mi butaca se estaba clavando en la parte baja de mi estomago y generaba una enorme molestia pero trate de no darle demasiada importancia porque no deseaba echar a perder esta oportunidad, lentamente y de una manera dubitativa las palmas de mis manos hicieron un corto recorrido que comenzaba en sus fornidos hombros y terminaba en su amplio pecho, no segui avanzando porque temia que la caricia no fuera de su agrado ademas ponerlo incomodo era lo ultimo que tenia planeado. -Tampoco yo, creo que estoy por perforarme un riñon..- Respondi divertida y luego mi risa se mesclo con la suya pero nuestras carcajadas se mantuvieron en un tono bajo ya que no teniamos la intencion de alertar a ninguno de los presentes que habitaban la sala de cine.

Al oir su pregunta mordisquee nerviosamente mi labio inferior, tenia dos opciones, la primera consistia en sincerarme y decirle que cuando pensaba en tomar clases el unico profesor que se me venia a la mente para que me instruyera era el, la otra se basaba en adoptar basicamente el papel de tonta y a la vez provocarlo para que dejara de lado esa fingida ingenuidad y volviera a posar su deliciosa boca contra la mia. -No puedo obligarte si no quieres..pero me gustaria que compartieras tus saberes conmigo, es mas, no soy capaz de imaginarme aprendiendo a mejorar mi tecnica de besar con alguien mas..- Susurre al cabo de un rato y estuve inmensamente feliz de que la iluminacion fuera escasa, de lo contrario habria visto mi vergonsozo sonrojo. -Lo lamento Dave, no crei que la pelicula pudiera ser tan mala y si, acepto encantada la invitacion. ¿Conoces alguna buena pizzeria cerca de aqui?- Pregunte con una sonrisa tierna impresa en mis finos labios cuando di por finalizado el beso, acto seguido me puse de pie y tome su mano para que me siguiera rumbo a la puerta de salida..