La mejor compañia en el lago {Helena C. Kattalakis}

Hacía pocos días había llegado al campamento St Charles, mis padres me habían enviado para que pudiera expandir mis horizontes musicales, probarme a mi misma y hacer amigos.

Como cada mañana me levanté temprano y salí a correr ya que era hiperactividad y como no quería tomar medicación el único modo de no tener ataques de pánico o de ansiedad y poder concentrarme era hacer mucho deporte hasta caer molida -pero eso no duraba mucho porque me recargaba muy rápido siempre-.

Después de correr me fui a mi habitación para darme una larga y relajante ducha de agua caliente y a vestirme. Cogí unos pantalones cortos de color negro con un par de cadenas negras en el y una camiseta también negra que se ceñía perfectamente a mi busto. Cogí mi guitarra y salí de la habitación pensando donde podría ir

Al llegar al St Charles me fijé en que había un enorme y cristalino lago que parecía muy tranquilo e ideal para pasar un buen rato. Mientras andaba iba tocando con la guitarra la última canción que había compuesto en una de mis largas noches en vela.

En el lago había un chico tumbado con los pies en el agua. Tendría mi edad -o al menos eso me pareció- el pelo oscuro y la tez morena. Me pregunté si como yo el sería un nuevo campista o si ya había venido varias veces por aquí.

Lo observé detenidamente como hacía con cada persona que conocía. Antes de hablar con ellos intentaba adivinar cosas sobre ellos. Me fijé en sus dedos y por las marcas que tenía en ellos deduje que tocaba la guitarra. Por su actitud me figuré que era reservado y que no le hacía mucha gracia que alguien viniera a molestar en sus momentos

Como no quería ser molestia fui a sentarme a la sombra que proporcionaba un árbol. De nuevo cogí mi guitarra y me puse a componer alguna nueva canción, en mi libreta iba anotando los acordes que me gustaban y así luego podría trabajar en ella más tarde y escribir la letra

Llevaba escritas un par de estrofas pero no acaban de gustarme, había tachaduras y apuntes por todas partes, que si ahora cambio esto, que si luego eso no pega con aquello otro... Estaba tan a concentrada en la música que no escuché que el chico se acercaba a mi. No fue hasta que se puso frente a mi y me saludó que me di cuenta de su cercana presencia. Aparté la vista de la libreta y lo miré, me pareció un chico muy guapo.

-Hola-saludé yo a mi vez

Cuando se quedó callado un rato me pregunté si habría echo algo mal o si simplemente era un chico algo tímido. Antes de presentarse vaciló un poco y eso me hizo sonreír, no se porque pero me pareció un chico encantador en ese instante.

-Yo soy Helena-me presenté aun sonriendo-un placer conocerte, James

James se sentó a mi lado y eso me hizo pensar que tal vez hubiera herrado en mis suposiciones sobre él, no se veía como un chico solitario y arisco a las compañías, en ese momento se mostraba abierto y encantador. Muchas veces me decían que no debía juzgar a nadie por las apariencias, que no estaba bien porque podía equivocarme en algo y eso podría dañar a alguien pero llevaba tanto tiempo haciéndolo que se había convertido en un mal hábito, un hábito que no lograba corregir por mucho que lo intentara. El chico tenía una sonrisa encantadora y era muy dulce que estuviera tan nervioso, me cayó bien en ese mismo instante.

-Acertaste-El dijo que estaba nervioso y eso me hizo sonreír aun más-no te preocupes, no suelo morder-lo miré-oh por favor, no calles, realmente me gusta escuchar a la gente hablar, se aprende mucho y así yo no me siento como si no callara ni debajo del agua

Me pregunté si era nuevo o ya había andado por aquí antes, iba a preguntarle pero la respuesta me llegó enseguida.

-Si, yo también soy nueva y tampoco conozco a mucha gente-hice una pausa antes de decir:-tu también eres del grupo de músicos, verdad?-miré sus manos-y tocas la guitarra, no? y creo que también cantas porque tienes una voz muy bonita e ideal para cantar-iba a seguir dando datos que había averiguado sobre él al verlo cuando recordé que eso quedaba raro y muy entrometido, enseguida pude notar como me sonrojaba-yo... eh... lo siento

Con aire distraído iba jugando con algunos acordes de la guitarra, cuando me ponía muy nerviosa no podía parar quieta, era lo que tenía la hiperactividad, no paraba quieta. Me alegraba que no se lo tomara a mal. Aun roja por mis observaciones y sin atreverme a mirarlo de frente a causa de la timidez que tenía ahora mismo dije:

-Bueno, es que en tus dedos se nota que trabajas con un instrumento de cuerda, no están tan marcados como si usaras un bajo ni tan leves como para el violín y el instrumento más factible, ya que es el que casi todos usan, es la guitarra. La voz, bueno, ya que tocas la guitarra, estás en el grupo de músicos y tienes buena voz por lo que lo más lógico es que cantes y... -y de nuevo me di cuenta de que de nuevo estaba analizando a alguien como si fuera un objeto-yo... de nuevo me disculpo, de verdad que no lo hago a propósito e intento corregirlo pero no puedo evitarlo...-me tapé el rostro con las manos-por los dioses del Olimpo, que fría debo parecerte